“Se presume que por no pagar o responder algunos requerimientos de extorsión a grupos criminales, inescrupulosos toman la decisión de lanzar una granada, logrando asustar a la comunidad. El coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, busca la estrategia para sacarlos del espacio y aplicarles la ley”, declaró César Rojas, alcalde de la ciudad colombiana, al referirse al reciente ataque con granada a un céntrico bar cucuteño que causó lesiones de consideración a diez personas, ocho de ellas de nacionalidad venezolana.

Al atentado al bar El Triunfo, ubicado en la avenida quinta con calle 7, sector El Callejón de  Cúcuta, Norte de Santander,  tuvo lugar  minutos antes de la medianoche, cuando estaban cerrando el local..

Del hecho responsabilizan a un solo desconocido que pasó caminando  frente al bar y aprovechó  la aglomeración a las puertas del bar, para lanzar el artefacto explosivo. Obviamente  no descartan la complicidad  de otro  para facilitarle la huida al perpetrador, como tampoco desestiman que se trató de y una represalia  directa contra  una o más de las víctimas.

Los afectados presentaron graves lesiones por esquirlas en diversas partes del cuerpo y otros, aturdimiento, por la onda explosiva. Fueron trasladados al Hospital Universitario Erasmo Meoz.

Ocho de las diez víctimas son venezolanas, tres de ellas trabajadoras sexuales, las cuales quedaron identificadas como Marbelis Morales Escalona, Sabrina Campelo Sánchez, Yuleisi Somoa Sarmiento; además de  Josman González Méndez, Orlando Ochoa Rojas, José Hurtado Moreno, José Humberto Quevedo, Hugo Reyes Solís y otro aún sin identificar.

Las autoridades investigan el hecho, tratan de establecer con certeza el móvil, sobre todo el que más fuerza tiene, el de retaliación por negarse a pagar  vacuna o extorsión, por parte  de alguna de las organizaciones criminales que delinquen en la frontera.

Miriam Bustos