Regional
Mototaxistas y comerciantes de San Antonio piden a la GN retirar obstáculos de la avenida
3 de mayo de 2019
En San Antonio todo cambió luego del 23 de febrero, nada parece igual. La zona comercial que ya venía deprimida por el cierre de frontera del año 2015, terminó de resquebrajarse, señalan los habitantes de la localidad.
Uno de los sectores más golpeados de la dinámica fronteriza, junto al comercio, son los moto taxistas que a falta de un transporte público fluido y constante en la zona, sirven a quienes llegan hasta la frontera para pasar a Colombia, como casi el único medio de movilización que persiste a pesar de las circunstancias.
Pero desde el pasado 23 de febrero, el gremio enfrenta una difícil situación que ha disminuido en un 80% la prestación del servicio, denunció Robert Chuello, representante del gremio de moto taxis que cumplen funciones en la avenida Venezuela, a pocos metros de la Aduana Principal de la población fronteriza.
Las calles 3, 4, 5 y 6 las ha cerrado la Guardia Nacional, -precisó Chuello- y los moto taxis no pueden tener acceso a quienes anteriormente solicitaban los servicios.
“No nos llegan carreras, a la gente la dejan pasar solo por la calle 3, lejos de nuestro punto de concentración. Todo está hecho un desorden en la avenida Venezuela, gracias a los obstáculos que ha puesto la Guardia Nacional para limitar el paso a Colombia. La consecuencias de esto la vivimos moto taxistas y comerciante en general porque ya no pasa nadie por esta vía”, precisó.
A pesar de los intentos de dialogo y de buscar una vía que beneficie a todos y no perjudique a nadie, comerciantes y moto taxis se han dirigido al destacamento de frontera con la intensión de llegar a un acuerdo con el jefe militar que allí se encuentra pero los intentos han resultado infructuosos.
“Nos hemos unido comerciantes y moto taxis para conversar con el jefe del destacamento pero lamentablemente él no tiene tiempo para atendernos, siempre nos dicen que no está o si esta anda muy ocupado. Queremos resolver la situación a favor de todos”, dijo el representante de moto taxis.
Panaderías, ventas de textiles, agentes de viajes y aduaneros, instalados a lo largo de la arteria vial que conduce al puente internacional Simón Bolívar que une a Venezuela y Colombia, permanecen en su mayoría cerradas y los pocos que deciden abrir sus Santamaría a diario, han reportado una estrepitosa caída en sus ventas.
“De no mejorar esta situación, el último que quede que apague la luz y cierre la puerta. Esto nos esto nos lleva derechito al quiebre total de nuestras empresas que hemos construido por años”, declaró un comerciante de la zona que prefirió permanecer en el anonimato. (Rosalinda Hernández C.)