Río de Janeiro, Brasil (AFP) Grandes figuras sudamericanas como Messi, James, Suárez o Vidal llegan a la Copa América de Brasil-2019 sedientos de revancha tras una amarga temporada europea, salvo Neymar, que quedó al margen del torneo por una lesión y envuelto en una denuncia de violación de una joven que tiene en vilo al país anfitrión.
El amplio favoritismo de la verdeamarilla de ganar en su tierra el torneo de selecciones más antiguo del mundo se reduce por la baja de su estrella, quien sufrió la rotura de ligamentos en su tobillo derecho la semana pasada durante un amistoso con Catar y además ahora afronta un torbellino judicial por la acusación de violación.
Un atribulado Lionel Messi gastará en Brasil uno de sus últimos cartuchos con la albiceleste tras perder cuatro finales en 12 años, aunque peor la tiene Brasil que debe sobreponerse a la salida de su astro y arrastra la presión de redimir al gigante sudamericano de la humillación alemana en ‘su’ Mundial en 2014.
Uruguay, Argentina y Brasil (15, 14 y 8 títulos de Copa América, respectivamente), únicos campeones mundiales de Sudamérica, son los adalides de un fútbol regional de capa caída a nivel de selecciones, que en Rusia-2018 no ha podido acceder a semifinales por tercera vez en medio siglo, sin que ninguno de sus cracks se haya destacado.
Ahora, las luminarias sudamericanas buscan rescatar a sus seleccionados en la Copa América.
– La pulga no pica –
Messi, quien cumplirá 32 años durante la cita brasileña, está herido y con sed de revancha tras un 2019 europeo que le dio su sexta Bota de Oro y el título de liga con el Barcelona, pero que culminó con dos rotundos fracasos (Champions y Copa del Rey), igual que su amigo el uruguayo Luis Suárez y el chileno Arturo Vidal, los tres del Barça.
Pero peor temporada tuvieron Neymar y sus compañeros Edinson Cavani y Angel Di María, cabezas de un PSG que no logra traspasar la frontera francesa.
La mochila de la ‘Pulga’ Messi lleva también el peso de una selección argentina absoluta que no gana nada desde la Copa América de Ecuador-1993. Además que le endilgan hasta cuentas ajenas, el eximio futbolista arrastra las piedras de su época con tres finales de Copa América (2007, 2015 y 2016) y un Mundial (2014) perdidos.
Ahora vuelve al territorio del gigante sudamericano donde hace cinco años arañó el máximo cetro ante Alemania, el mismo rival que humilló al anfitrión Brasil en semifinales del Mundial de 2014.
– Sin Neymar, igual favorito –
Sin Neymar, el local igual es el favorito a levantar la Copa el 7 de julio en el Maracaná. Dio una muestra en su último amistoso antes de la Copa con un vendaval de goles (7-0) ante Honduras este domingo.
Tite cuenta con algunas figuras emergentes que, con altibajos, se codean a alto nivel en el fútbol europeo, como Casemiro (Real Madrid), el delantero Gabriel Jesús (Manchester City), autor de un doblete contra Honduras, y los campeones de la Champions con el Liverpool, el portero Alisson y el atacante Roberto Firmino.
En reemplazo de Neymar, Tite convocó a Willian (Chelsea), una decisión que sorprendió a la torcida que esperaba a Vinicius Junior, una estrella en ciernes del Real Madrid, o a Lucas Moura, de gran nivel con el Tottenham flamante vicecampeón de la Champions.
– Una vieja deuda –
Su archirrival Argentina atravesó una extensa crisis luego del Mundial y por fin dejó como entrenador a Lionel Scaloni, quien tiene el raro palmarés de no haber dirigido nunca un equipo de la primera división.
Scaloni encaró una renovación a medias, dejando en el camino a figuras históricas resistidas como Gonzalo Higuaín. Y convocó a algunos jóvenes de buen pie como Giovani Lo Celso o Paulo Dybala, los potenciales socios de Messi, aunque aún están en deuda con la albiceleste (como casi todos).
– Zona de confort –
Nada más confortable para Uruguay que la Copa América. Ganó 15 ediciones, una más que Argentina, y le lleva siete de diferencia a Brasil.
Pero llegar a la decimosexta corona este año se planteaba como una misión casi imposible si su ídolo y goleador histórico Luis Suárez no se hubiera recuperado de una operación en su rodilla derecha. Ahora la celeste está lista.
‘El Pistolero’, junto al ‘Matador’ Edinson Cavani y el capitán Diego Godín, comandan una exitosa generación que está siendo mechada con jóvenes de recambio que absorben una experiencia invalorable en Europa como los centrocampistas Rodrigo Bentancur (Juventus), Lucas Torreira (Arsenal) y Federico Valverde (Real Madrid).
– En crisis –
Chile, vigente bicampeón regional, parece ser la sombra de aquel que ganó dos ediciones consecutivas de la Copa América, en 2015 y 2016, los primeros títulos de su historia.
Las conquistas tal vez disimulaban las diferencias entre los referentes de la exitosa ‘generación dorada’, pero la no clasificación al Mundial de Rusia dejó en evidencia una crisis en el vestuario, paralela a una realidad de baja de la estrellas chilenas.
El portero y capitán histórico Claudio Bravo, del Manchester City, fue excluido de la Roja por razones deportivas, según el técnico colombiano Reinaldo Rueda, aunque simpatizantes pintaron leyendas contra el orientador y reclamando por el arquero. Otro referente, el volante Marcelo Díaz (Racing de Argentina), también quedó fuera de la convocatoria, mientras el atacante Alexis Sánchez juega muy poco en el Manchester United y Arturo Vidal está comenzando a ganarse un lugar entre los titulares del Barça.
Por su lado, el orientador portugués Carlos Queiroz tomó las riendas de la selección Colombia con las figuras James Rodríguez y Radamel Falcao García en baja pronunciada, pero con algunas buenas sorpresas que compensan esas rachas, como el delantero Duván Zapata (Atalanta), que esta temporada ha sido el segundo goleador de la Serie A italiana con 23 tantos, dos por encima de Cristiano Ronaldo.
– Apostando a los DT –
Varias selecciones buscan salir de un prolongado letargo apostando a nuevos entrenadores.
Paraguay ha contratado al argentino Eduardo Berizzo, mientras Ecuador fichó al experimentado colombiano Hernán Darío Gómez y Bolivia a Eduardo Villegas.
Perú mantuvo al argentino Ricardo Gareca, quien se transformó en ídolo luego de clasificar al seleccionado inca al Mundial de Rusia, su primero desde España-1982.
Otro que sigue en su cargo es Rafael Dudamel, que apuesta en Venezuela a varios de los jóvenes que fueron subcampeones mundiales Sub-20 en Corea del Sur-2017 para sacarse de encima el pesado mote de Cenicienta regional.
La ‘vinotinto’ advirtió que en la Copa América será un hueso duro de roer: en su último amistoso goleó 3-0 a Estados Unidos a domicilio el domingo y todos los tantos los anotó en la primera etapa.
Los seleccionados de Catar y Japón han demostrado que no serán convidados de piedra en un torneo regional con potencias mundiales: llegan desde la lejana Asia con los pergaminos de campeón y subcampeón de la última copa continental.