Bagneres-de-Bigorre, Francia .AFP.
Simon Yates se impuso a sus dos compañeros de escapada, Pello Bilbao y Gregor Mühlberger, para ganar este jueves la duodécima etapa del Tour de Francia, la primera en los Pirineos, con los favoritos declarando una tregua, en la víspera de la única crono de la prueba.
En un recorrido de 209,5 km entre Toulouse y Bagnères-de-Bigorre, Yates (Mitchelton) protagonizó una espectacular actuación, al formar parte de la primera escapada y ser capaz de aguantar delante toda la jornada, teniendo la fuerza suficiente para vencer al esprint a Bilbao (Astana) y Mühlberger (Bora). Es su primera victoria en el Tour.
En la lucha por la general, el francés Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step) no sufrió para seguir luciendo el maillot amarillo.
Los aspirantes a la victoria final declararon una tregua y dejaron los ataques para más adelante en los Pirineos. Todos entraron juntos en la meta, a nueve minutos de los tres primeros.
– Escapada numerosa –
Nada más comenzar la etapa, junto al estadio del Toulouse, se formó una numerosa escapada, con unos 40 ciclistas, en la que participaron varios nombres importantes del pelotón como el campeón olímpico Greg Van Avermaet, Peter Sagan y el propio Simon Yates.
A 80 kilómetros de la meta, uno de sus prestigiosos participantes, el australiano Rohan Dennis (Bahrein), abandonó, un día antes de la única contrarreloj, en la que es un gran especialista.
A continuación los escapados enfilaron el primer gigante de los Pirineos, el Col de Peyresourde.
El belga Tim Wellens (Lotto) honró su maillot de líder de la montaña y coronó la cima en primer lugar, por delante del francés Lilian Calmejane (Total Direct Energie).
En el pelotón se encargaba de controlar la situación el equipo Ineos. “Hoy jugaremos a la defensiva”, había avanzado antes de la salida el colombiano Egan Bernal, tercero de la general.
El grupo de escapados se redujo a 26 corredores al pie del Hourquette d’Ancizan, segunda dificultad mayor del día, donde el australiano Simon Clarke saltó a la aventura. Más tarde Simon Yates atacó en dos tiempos, sin poder despegar a Mühlberger.
Tras coronar el puerto juntos, Bilbao se unió a la pelea por la etapa, con el trío trabajando a la perfección durante los últimos 30 kilómetros para evitar ser alcanzados por los primeros perseguidores, que llegaron a un minuto y medio a la meta.
Finalmente Yates mostró galones en los últimos metros. Bilbao lo intentó, pero le fallaron las fuerzas y el ganador de la última Vuelta a España entró el primero en la curva y ya no abandonó su puesto. En su palmarés ya lucen etapas en las tres grandes rondas.
El viernes se disputa la única contrarreloj individual del Tour 2019, con un recorrido por el sur de Pau de 27,2 kilómetros, en el día en el que se celebra el centenario del nacimiento el maillot amarillo de líder de la prueba.