Lo llaman el “hombre de hierro”. El italiano Roberto Zanda, ultramaratonista de vocación, es conocido por llevar su cuerpo al límite de sus posibilidades. Su último desafío, sin embargo, no terminó como él hubiera soñado. Durante la Yukon Arctic Ultra, una carrera de 700 kilómetros bajo el frío crudo de Canadá, debieron amputarle los dos pies y la mano derecha.

De 61 años, Zanda era el único de los tres competidores que continuaba en carrera después de seis días de competición, soportando temperaturas de 50 grados bajo cero.

Según la prensa canadiense, Zanda tuvo alucinaciones en el medio de la travesía y encima se encontró con una tormenta que le impidió activar un dispositivo para pedir ayuda.

En esas condiciones, estuvo desaparecido casi un día, hasta que los organizadores de la carrera lo encontraron gracias a un GPS y lo trasladaron inmediatamente a un hospital. Los médicos confirmaron que sufría congelaciones de cuarto y quinto grado, aunque sólo le pudieron salvar una de las extremidades.

A pesar de la internación y las amputaciones, Zanda no perdió el humor. “Seguiré luchando, usaré extremidades biónicas”, relató en un video. Y también subió otro en el que lo están afeitando y cortando el pelo: “Me importa mi imagen y por eso pedí ser depilado antes del analgésico”.