Cuando el biólogo Rafal Kowalczyk miró hace unos días con sus prismáticos hacia el bosque de Bialowieza, en Polonia, no creía lo que estaba viendo. Mientras observaba un grupo de 50 bisontes, el director del Instituto de Investigación de Mamíferos de la Academia Polaca de Ciencias detectó un ejemplar especial dentro de la manada.
“No es raro ver bisontes cerca del bosque de Bialowieza, pero un animal llamó mi atención”, explica. “Era de un color marrón clarito completamente diferente del resto del grupo. Los bisontes son de color castaño o marrón oscuro”. En principio cruzó por su cabeza la idea de que se tratara de una mutación, pero cuando centró sus binoculares en el animal se dio cuenta de que se trataba sin ninguna duda de una vaca, en concreto de la raza limousin, bastante frecuente en Polonia.
La historia, revelada hace unos días por el canal TVN24 , es simplemente maravillosa. La vaca se escapó hace unos meses de una granja local y en su huida hacia los bosques se juntó con el grupo de bisontes del que ahora no se separa y que probablemente le ha salvado de morir a los pocos días.
“No es la primera vez que en esta zona una vaca se escapa, pero es la primera vez que se une a una manada de bisontes”, explica Kowalczyk. “Con los bisontes está a salvo de los lobos. Si estuviera sola, seguramente habría sido víctima de los lobos”.
El especialista cree ahora que esta asociación puede ser un riesgo para los bisontes, por el riesgo de hibridar, y que la propia vaca podría morir al dar a luz si quedara preñada de uno de estos animales. De momento, la vaca rebelde camina junto a sus nuevos compañeros, disfrutando de una nueva vida en libertad. (Fogonazos)