Alba Jáuregui: Toda una vida formando figuras de la Gimnasia

Gustavo Carrillo

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Han transcurrido unos cuantos años, y la gimnasia en el Táchira se mantiene vigente, todos los días sembrando el semillero, para luego recoger el fruto, que entrega muchas satisfacciones.

Un deporte exigente. Un deporte de mucha dedicación, de mucha entrega, y horas de diario trabajo por parte de ese dúo que siempre se mantienen sobre la colchoneta. Entrenadora-atletas, atleta-entrenador.

Y así, esta atractiva disciplina, con un escenario de los mejores, construido para recibir las delegaciones en el marco de los Juegos Deportivos Nacionales escribiendo su historia 1.978, se muestra poco a poco, formando atletas y brindando trabajo a entrenadores.

Hoy día, sigue el trabajo. Entrenadores que llegan a adquirir experiencia, y entrenadoras que han pasado sus años, sembrando la semilla, recogiendo frutos y manteniendo su dedicación al trabajo, en todas las modalidades del delicado deporte, y en ese grupo encontramos a la profesora Alba Jáuregui.

*** Hacedora de sueños. Alba Jáuregui, es una tachirense que desde jovencita, le llamó la atención la gimnasia, y quiso probar suerte ayudando a preparar atletas para los eventos que de la disciplina, recordando que llega a un gimnasio por allá en el año de 1.974.

Su trabajo da sus primeros pasos, en el Galpón de La Concordia, un escenario, no el más elegante para este deporte, pero se trabaja con seriedad, con cariño, con responsabilidad y lo hacía junto a Fernando Zapata.

Su inicio lo hace con gimnastas de la rama femenina, pero luego incorpora a su grupo, los varones, para apurar el desarrollo del deporte, que se lograr con el pasar de los años, y cuando en realidad, la actividad del mùsculo se abre paso en el Táchira.

 Poco tiempo en el escenario de La Concordia. En el 78, ya la disciplina cuenta con un moderno escenario, considerado como uno de los mejores de Latinoamérica, hoy día con el nombre de Pabellón de Gimnasia, «Alba Jáuregui», en reconocimiento a esta entrenadora, que aparte de enseñar los secretos de la disciplinan tiene a sus atletas  como sus propios hijos.

Mantiene su diaria labor con estos grupos. Las cosas cambian cuando para el año 2005, siendo Juana Beatriz Suárez presidenta del Instituto del Deporte, no le van a renovar el contrato a la entrenadora, sin saber los argumentos para que la máxima dirigente del deporte regional tome esa decisión.

Alba no abandona su trabajo. Por el contrario con mayor entusiasmo, con mayor responsabilidad y demostrando su capacidad como entrenadora, sigue su labor de enseñar, de guiar, de preparar y  organiza el Club de Gimnasia Andinitos, uno de los más antiguos de esta especialidad.

Dirige en la actualidad, la Escuela de Gimnasia Andinitos, Club Andinitos, trabajando solo con atletas de la rama femenina. Sigue teniendo como escenario, el Pabellón de Gimnasia, ubicado en un sector de Pueblo Nuevo, parte alta, instalación que no recibe el manteniendo necesario, para mantenerse como un extraordinario lugar para el trabajo de niñas y niños. En estos momentos no cuenta con alumbrado.

En más de 40 años de trabajo, tiene un recorrido por campeonato nacionales, llevando el talento de los atletas tachirenses, logrando figurar en muchas competencias, en las modalidades de trampolinismo, rítmica y artística.

Trabaja con unos sesenta atletas en los clubes que dirige, considerando que en la actualidad, todo se ha puesto difícil, antes y después de la llegada del COVID-19. El entusiasmo de los atletas, el apoyo de padres y representantes permiten que la disciplina se mantenga activa.

 La Asociación de Gimnasia es presidida por el profesor, Henry Castillo, contando con un buen número de entrenadores que le brindan la mayor atención a los atetas, y en estos momentos, tienen a muchos de ellos trabajando en sus casas, con esperanza de que todo se solucione en el país y en el mundo, y poder retornar a las colchonetas para la preparación con miras a los Juegos Nacionales Juveniles, y las competencias que programe la Federación Venezolana de Gimnasia.

Entre tanto, Alba Jáuregui, quien acaba regresar de los Estados Unidos, donde visitó un nieto de la dinastía Carrasquel, recibe el reconocimiento de atletas, padres y representantes, colegas entrenadores y entrenadoras, y de las máximas autoridades de la gimnasia, por esa labor que en mas de 40 años, le ha permitido aportar su granito de arena en la formación de grandes atletas del exigente deporte.