Los Angeles, Estados Unidos .AFP. A la caza de un inédito tercer título consecutivo, Estados Unidos defenderá su reinado en el Mundial de fútbol femenino con un equipo en transición que despedirá a la icónica Megan Rapinoe y alumbrará a la próxima generación de figuras.
Promesas como Trinity Rodman, hija de la ex estrella NBA Dennis Rodman, o Sophia Smith están llamadas a tomar el relevo de Rapinoe o Alex Morgan, referentes durante una década de una selección que ha conquistado cuatro de los ocho Mundiales femeninos y ganado también importantes batallas por la igualdad fuera de las canchas.
El Mundial de Australia y Nueva Zelanda (20 de julio al 20 de agosto) se antoja como el mayor reto para el dominio estadounidense.
A la fortaleza de sus pujantes rivales, se suman sensibles bajas por lesión como Caterina Macario, la talentosa mediocampista nacida en Brasil, la goleadora Mallory Swanson y la capitana Becky Sauerbrunn.
La experiencia puede ser esta vez un factor en contra de Estados Unidos, ya que 14 sus 23 futbolistas convocadas nunca han competido a este nivel.
Aunque sobre el césped ya no son la amenaza de antaño, Rapinoe y Morgan deben marcar el camino a sus compañeras en el cuarto Mundial de sus fabulosas carreras.
Para ‘Pinoe’, ganadora del Balón de Oro en 2019, será su última participación en el torneo después de que el pasado fin de semana anunciase que colgará las botas con 38 años al final de la liga norteamericana.
– El adiós de Rapinoe –
Activista infatigable, Rapinoe es un símbolo deportivo de numerosas causas sociales, especialmente la defensa de los derechos LGBTQ+ y la igualdad racial y de género, ganándose feroces opositores como el expresidente Donald Trump.
La extremo del OL Reign de Seattle también fue una de las principales voces en la lucha contra su federación por lograr la equidad salarial con el combinado masculino, saldada con éxito el año pasado en un acuerdo pionero.
Ninguna de las luchas en las que se embarcó, sin embargo, le han restado apetito para pelear por un tercer título mundial consecutivo con Estados Unidos, una hazaña que ninguna selección ha conseguido.
«Lo que siempre ha impulsado a este equipo es esforzarse por ser el mejor, intentar ganar cada partido», subrayó Rapinoe, que también posee una medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Londres-2012 y una de bronce de Tokio-2020. «Se trata de seguir dando lo mejor de nosotras mismas y seguir intentando ser dominantes y ser el mejor equipo del mundo».
– Las figuras del relevo –
Vlatko Andonovski, el técnico que dirige la reconstrucción estadounidense desde 2019, tampoco tiene dudas del nivel y el carácter competitivo de sus futbolistas.
«Queremos conseguir algo que nunca se ha hecho antes. Y creemos en la calidad del equipo y en el apoyo que tenemos. Tenemos lo que hace falta para hacerlo posible», afirmó este exjugador de origen macedonio.
Desde el pasado Mundial, sin embargo, Estados Unidos ha dado señales de vulnerabilidad, comenzando por los Juegos de Tokio en 2021, cuando no logró meterse en la final.
En 2022, el ‘Team USA’ encadenó por primera vez tres derrotas consecutivas, ante Alemania, Inglaterra y España, las tres grandes amenazas europeas en el Mundial.
Este año la escuadra norteamericana tiene un pleno de victorias en sus ocho partidos pero últimamente ha extrañado a su artillera más en forma, Mallory Swanson, autora de cuatro de los cinco tantos del equipo en el triunfo en la SheBelieves Cup de febrero.
En el último amistoso frente a Gales fue Trinity Rodman, partiendo como suplente, quien acabó desatascando el partido con dos dianas en el cuarto de hora final.
La delantera del Washington Spirit, de 21 años, es una de las nuevas sensaciones de un deporte cada vez más popular en Estados Unidos, que aspira a coorganizar el próximo Mundial femenino en 2027 junto a México.
También lo son las atacantes Sophia Smith, que a sus 22 años fue la MVP más joven de la liga norteamericana en 2022, y Alyssa Thompson, que con solo 18 será la segunda mundialista más precoz de la selección.
Estados Unidos arrancará su participación por el Grupo E enfrentando a Vietnam (22 de julio) y la cerrará ante Portugal (1 de agosto).
Entre medio vivirá un nuevo duelo con Países Bajos (27 de julio), que la espera con ansias de revancha por la derrota en la final de Francia-2019.