Desde niño soñó con vestir la casaca amarilla y negra del Deportivo Táchira. Y el Dios Todopoderoso le dio esa dicha, el pasado 12 de mayo, en el propio “Templo del Fútbol”, el estadio Pueblo Nuevo, Edgar Bonilla, de rodillas, brazos abiertos y con la vista puesta al Cielo, gritó a los cuatro vientos el gol que tantos años esperó, conquista frente al Aragua FC, a los 22 minutos, marco de la ronda eliminatoria del Torneo Apertura 2019 del fútbol rentado nacional.
Primero y único tanto portando la camiseta aurinegra en su paso por este mundo. Veintisiete días después, el destino cruel le hizo una mala pasada al joven jugador, un aciago accidente de tránsito, el pasado sábado 9 de junio, con las primeras luces del día, restando apenas 15 minutos para las seis de la mañana, su vehículo cayó en uno de los tantos huecos que “adornan” la ciudad, en la avenida Pueblo Nuevo, con tan mala suerte que el coche se volteó y le pasó sobre su humanidad causándole la muerte.
Sus compañeros de equipo lo recordarán por su alegría contagiosa, sus ganas de sobresalir, superar las adversidades con entusiasmo, un legado que el joven delantero de 23 años dejará impregnado en el camerino del equipo amarillo y negro.
El joven artillero debutó con la amarilla y negra el domingo 03 de febrero, cuando la tropa dirigida en ese entonces por Giovanni Pérez, perdió en Maracaibo 1-0, en la segunda jornada del Torneo Apertura 2019.
Desde el cielo, los ojos de Edgar Bonilla estarán puestos en el camerino y en cualquier campo de juego donde el Deportivo Táchira salga a disputar un partido de corte nacional e internacional, pujando por la causa aurinegra, apostando por el equipo de sus amores, al que quiso y amó desde que empezó a tener uso de razón.
Destino cruel
Partida inesperada del sobrino nieto del desaparecido Sergio Omar “El Cura” Calderón, quien fue presidente del Deportivo Táchira e hijo de Edgar Bonilla y Celina Ramírez, una pérdida que enluta a la familia del club aurinegro y el balompié rentado nacional.
En la doble tanda del pasado domingo, partidos de ida de la fase semifinal de la liguilla del Torneo Apertura, en los estadios José Encarnación “Pachencho” Romero de Maracaibo y en el “Coloso de Suma” en Mérida, se guardó un minuto de silencio en memoria del Edgar Bonilla Júnior.
Ayer, desde muy temprano, primero en la Iglesia Coromoto en el barrio Obrero, se ofició una misa de cuerpo presente con los restos mortales del jugador, con la presencia de sus compañeros del Deportivo Táchira, de la Primera División y Reserva, familiares y amigos; terminado el oficio religioso, el cuerpo de Edgar Bonilla fue llevado hasta el estadio Pueblo Nuevo, donde se hizo un sencillo pero significativo acto de despedida, en el centro del campo de juego, allí los jugadores de las categorías menores le rindieron tributo, luego fue paseado a hombros por sus colegas de brega y de allí llevado hasta el Jardín Metropolitano El Mirador para darle la despedida definitiva.
Homero Duarte Corona