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El deporte nacional, pierde a dos íconos:“Morochito” Rodríguez y Luis “Mendocita”

2 de mayo de 2024

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Con apenas una semana de diferencia partieron al más allá el exboxeador y exfutbolista; el primero le dio al país la primera medalla de oro olímpica en la cita universal de México 1968, y el segundo fue figura en los principales equipos rentados del país y a nivel de la selección Vinotinto

Homero Duarte Corona

El deporte venezolano está de luto, con apenas una semana de diferencia, dos íconos: Francisco “Morochito” Rodríguez y Luis Mendoza “Mendocita” partieron al más allá; el primero el 23 de abril y el segundo el 29, dejando un legado en las disciplinas del boxeo y el fútbol, un ejemplo para las nuevas generaciones, de: hoy, mañana y siempre.
Por coincidencia eran contemporáneos, nacieron en el año 1945, apenas unos meses de diferencia, el “Morochito” vino al mundo el 20 de septiembre, y “Mendocita” el 21 de junio, próximos a cumplir 79 años, cuando el Dios Creador los llamó a su seno.
Al igual que tantos atletas del pasado, marcados por su humildad y bajos recursos, comenzaron a abrirse paso en el mundo del deporte, respaldados por sus condiciones y habilidades; uno arriba del cuadrilátero, lanzando puños; y el otro con un balón de fútbol, para después del correr de los años convertirse figuras en dos mundos diferentes, pero igual, llenos de éxito.

Heredó el apellido de su progenitora

Rodríguez y no Brito, apellido de su padre, quien abandonó el hogar antes que Francisco naciera; se crió junto a catorce hermanos en su natal Cumaná, la primogénita del continente, tierra de boxeadores. Gemelo con Alida, de allí su apodo de Morocho, que a la postre lo catapultó como un histórico del deporte de las narices chatas hasta el último día de su existencia.
A los 11 años, ya en los albores de su adolescencia, junto a su amigo Norland, allá en su terruño, en la capital del estado Sucre, comenzó su andar deportivo; y ya famoso en su lar nativo, con un nombre bien ganado, decidió irse a la gran metrópoli, Caracas, con Norland, que a la postre triunfó primer que él.
En la otrora ciudad de los techos rojos, conoció al amor de su vida, Carmen Sofía Blondell, con quien formó un hogar y procrearon seis hijos. Su esposa lo enseñó a leer y escribir, un agradecimiento que siempre estuvo presente en el joven pegador arriba de cuadrilátero.
Con una estatura de 1,55 m y 60 km, categoría peso mosca, Rodríguez, respaldado por su técnica y pegada fue ascendiendo en su carrera, hasta convertirse en boxeador profesional, primera figura nacional e internacional de los ensogados.

Primer oro olímpico para Venezuela

En ciudad de México, sede de la cita olímpica de 1968, Francisco “Morochito” Rodríguez logró para el boxeo y el país deportivo la primera presea dorada, una conquista que jamás habida sido alcanzado por ningún deportista criollo, un sueño hecho realidad por un pequeño hombre pero grande en su talento y calidad como atleta.
Locura en el país deportivo, su nombre comenzó a correr de boca en boca; y en su regreso de la justa olímpica, miles de aficionados le rindieron tributo, primero en el aeropuerto capitalino y luego en su lar nativo, paseado por las calles de Cumaná en señal de agradecimiento por el logro alcanzado.
Nunca despareció del radar de los amantes del boxeo, tampoco de la afición deportiva, su nombre siempre rondó por la mente y el corazón de quienes vivieron la hazaña olímpica de Rodríguez e igual las generaciones el presente, un ejemplo a seguir hasta la consumación de los siglos.
Cercano a cumplir 79 años entregó su alma al creador, el pasado 23 de abril. Ya no está en el mundo terrenal, pero su nombre siempre será recordado por quienes vieron en Francisco “Morochito” Rodríguez, un ser como pocos, entregado en cuerpo y alma a lo que más amó: el boxeo, siempre impartió sabiduría para los que apenas estaban empezando, convirtiéndose en un verdadero ícono del deporte venezolano.

“Mendocita”, un grande del fútbol nacional

Foto/Archivo- Luis Mendoza “Mendocita”, icono del fútbol nacional, primero como jugador, luego, entrenador y dirigente.

Caraqueño de pura cepa, vio la primera luz el día un 21 de junio de 1945, y le dijo adiós al mundo terrenal el 29 de abril de 2024. Una larga trayectoria, primero como futbolista, deporte que vino consigo desde sus ancestros, su progenitora era de origen italiano, nación a la que viajó a los 12 años, después de jugar en las categorías menores, hasta la Infantil C, en el colegio Los Dos Caminos de la capital de la República.
Regresó a su lar nativo a los 15 años, con un bagaje importante pese a su corta edad, suficiente para firmar el primer contrato de futbolista profesional, para el equipo Banco Agrícola y Pecuario, luego del visto bueno del cuerpo técnico encabezado por “El Indio” Ortega.
Para entonces, “Mendocita” se convirtió en el jugador más joven en engrosar las filas de un club rentado: encandiló al técnico Ortega tan pronto vio en el terreno de los acontecimientos, gracias al fútbol precisa del bisoño jugador, no dudó un instante en invitarlo al club para que pasara a formar parte de la plantilla profesional.
En principio jugaba como alero izquierdo, compartiendo honores con jugadores de la talla de: Antonio Ravelo, “El Mulato” Helio, Ernesto Blanco, Alí “Cholito” Tovar y Orlandinho entre otros, con quienes fue puliendo sus buenos oficios de jugador.
Aun siendo jugador juvenil, ficha del equipo Santo Tomás de Aquino, firmó contrato profesional con el Deportivo Italia, en 1963, donde hizo carrera hasta 1970. En 1966, y bajo la dirección técnica del brasileño Orlando Fantino, fue elegido como el Mejor Jugador del año.
El estratega amazónico le aconsejó al joven talento que bajara a la mita del campo, ya conocedor de la habilidad y lo dúctil con el balón, posición en la que hizo toda su carrera, tanto con equipos profesionales de la Primera División en Venezuela y en la selección Vinotinto, siempre dictando cátedra de talentoso jugador.
Una rica carrera, que lo llevó a participar en varias ediciones de Copa América e igual en la Copa Libertadores ahora Copa Conmebol Libertadores hasta que le dijo adiós al amor más preciado como atleta, a los 35 años en 1980.
No obstante el el 30 de marzo de 1986 en el Estadio Brigido Iriarte, con 41 años de edad juega de titular en su equipo Deportivo Galicia, en triunfo de 4-0 ante Mineros de Guayana, junto a su hijo Luis E. Mendoza, donde tuvo una gran actuación y clasificaron a los play off de entonces.
«Mendocita» en calidad de jugador- entrenador-jugador jugó varios partidos. El 27 de abril de ese mismo año, entra de reserva y juega en la derrota 0-1 ante el Club Sport Marítimo de Venezuela, junto a su hijo Luis E. Mendoza. El 31 de mayo juega su último partido en la derrota 0-1 ante el Deportivo Táchira.
Cercano a los 80 años, el 21 de junio de este año cumpliría 79, pero su corazón lo traicionó, dejó de latir el pasado 29 de abril, dejando un gran legado que siempre estará en la mente y el corazón, no solo de los que gustan del fútbol, sino los deportistas en general. Paz al alma de Francisco “Morochito” Rodríguez y Luis Mendoza “Mendocita”.