Tokio, Japón (AFP) Su espectacular esprint y su gestión tranquila del deporte en tiempos de pandemia prometen un ‘show’ en la piscina de los Juegos de Tokio: el fenómeno estadounidense Caeleb Dressel se presenta de entrada como el hombre llamado a ser el protagonista en esta edición en un deporte que entregará el domingo sus primeras medallas.
Excepcionalmente, y como ocurrió ya en Pekín-2008, el programa habitual de la natación está invertido, con finales y semifinales en la sesión de mañana y las series por la tarde-noche.
Salvo el sábado, día de las primeras series, y quizás el domingo, si tiene descanso en las series del relevo 4×100 metros masculino, Dressel (pronto 25 años) debe saltar al agua todos los días de la natación de Tokio-2020. Incluso hasta tres veces al día.
Su ambición está clara: conseguir seis medallas de oro. Tres serían en pruebas individuales, en los 100 metros en estilo libre (la carrera reina), en 100 metros mariposa y 50 metros, mientras que otras tres serían en relevos (4×100 m, 4×100 m estilos y 4×100 m estilos mixto). Es más improbable, pero podría incluso participar en un cuarto relevo, el 4×200 metros.
Solamente dos nadadores han conseguido una cosecha más copiosa en la historia olímpica.
– La larga sombra de Phelps –
Uno de ellos es, evidentemente, su compatriota Michael Phelps, con ocho títulos en otras tantas carreras en las que participó en Pekín-2008 (400 m estilos, 200 m estilos, 200 m mariposa, 100 m mariposa, 200 m, 4×100 m, 4×200 m y 4×100 m estilo).
Y también otro estadounidense, Mark Spitz, con siete en Múnich-1972, en 100 m, 200 m, 100 m mariposa, 200 m mariposa y tres relevos (4×100 m, 4×200 m y 4×100 m estilos).
Otro estadounidense, Matt Biondi, se quedó en ‘apenas’ cinco títulos en Seúl-1988, pero los acompañó de una medalla de plata y otra de bronce.
Dressel ha probado en los últimos años que está llamado a añadir su nombre a las listas más selectas.
En el Mundial de Budapest-2017, los de su gran eclosión, el nadador de Florida logró siete medallas de oro, igualando el récord de Phelps en una edición, establecido diez años antes.
En el Mundial de Gwangju (Corea del Sur) en 2019 se quedó en seis títulos, pero reunió un total de ocho medallas, algo nunca visto hasta entonces en ese evento. Logró además batir un récord del mundo, que arrebató precisamente a Phelps, el de 100 metros mariposa.
Escuchándole, ni el aplazamiento de un año de los Juegos Olímpicos ni la falta de público en las gradas parecen perturbarle.
«¿Por qué tendría que estar contrariado por tener un año más para prolongar esta dinámica?», se preguntaba a finales del pasado año en una entrevista concedida a dos medios franceses, uno de ellos la AFP. «No me voy a quejar por tener otro año para prepararme», apuntó.
«No necesito que la gente me mire», añadió sobre las competiciones a puerta cerrada. «Lo que importa soy solo yo, Troy (su entrenador), mis compañeros y la piscina», afirmó.