El trompo ausente en el baile tradicional de Borotá

Gustavo Carrillo

La Vuelta al Trompo, sin que los fans lo imaginaran, donde quiera que se programó la tradicional competencia en los días de la Semana Mayor, obligatoriamente se suspendió, por la aparición en el mundo del Coronavirus, terrible mal que sigue cobrando vidas en el mundo entero, a pesar del combate que libran las organizaciones sanitarias.

Una actividad de habilidad, que en muchos municipios del Táchira cobra vida durante el asueto de la Semana Mayor, pero en una de la regiones de mayor arraigo, o de una ben ganda fama, Borotá, se quedó sin vuelta.

Para la fecha señalada, la organización de este tradicional evento, la Vuelta con Trompo a Borotá, lo tenía todo preparado, con las invitaciones del caso, a aquellos equipos que tradicionalmente acuden a competir en esta prueba, entregando los respectivos reglamentos que rigen el evento.

Número de jugadores que conforman los equipos, tamaño del trompo, cordel, y otras reglas que se deben cumplir durante el desarrollo de cada etapa. Normalmente se disputa la vuelta en tres etapas, iniciando la rivalidad el día jueves, para finalizar el Domingo de Resurrección. Este año no ocurrió así.

La Vuelta con Trompo en Borotá, cobra tanto interés, entra en vigencia la curiosidad por muchos aspectos del juego, por llamarlo así, y ver la habilidad de cada uno de los integrantes de equipo, tanto con el trompo y su cordel.

Para inaugurar la vuelta, se reúnen los capitanes de equipos, quienes luego del sorteo, son los encargados de lo que llaman, picar la monja, es decir, enrollar y lanzar el trompo al círculo, procurando llegar lo más cerca de una señal central, y así se van señalando el orden de salida de los participantes. El recorrido, cuenta con el entusiasmo de quienes se hacen presente en la población, para observar este evento.

No solo en Borotá se realiza la tradicional vuelta. En otros municipios,  en sectores populares de cada población, se reúnen jóvenes y adultos, pero ya no para realizar el giro con trompo, con participación de equipos,  sino individualmente para picar una monja, y llevar el perdedor al sancochadero que tendrá como castigo, recibir los quienes de sus rivales, donde corren el riesgo de que su artículo de juego, es decir el trompo, se vea partido en dos partes. Y se permite utilizar el trompo hacha.

Y es que en esta picada de monja, se ponen en práctica otras reglas, que debe cumplir cada y todos los participantes. Tales como, los cordeles, bailar el trompo en la uña, dar una o dos verónicas, una seca para salir del sancochadero, y una de las más difíciles, sacar el trompo al aire. Un movimiento de mucha habilidad.

Hoy día, la práctica de esta actividad se ve reducida en muchas regiones, pero mientras que otras poblaciones pierde escenario, en Borotá se mantiene vigente, y cada año, con muchos atractivos que obliga al curioso a trasladarse allí para conocer de qué se trata este giro con trompo, y otros, desde un poco lejos, a participar con sus equipos, con su trompo del mayor tamaño posible, un cordel altamente resistente

Baja el telón en la Vuelta con Trompo, giro que no se realizó, y no conocimos ganador, perdedor, entrega de premiación, los vencidos, ni los vendedores, campeón en secas, campeón en verónicas, clasificación general y por equipos. Con el favor de Dios y la Virgen, para el próximo giro, vamos a tratar de acudir con un equipo reforzado. Lo importante no es ganar, sino competir. QUÉDATE en Casa.