Belgrado, Serbia | AFP | «Si no pueden derrotarlo, póngalo en retención», piensan muchos serbios que siguen con rencor el tratamiento en Australia de su compatriota Novak Djokovic, N.1 mundial del tenis, que espera, confinado, el desenlace de la controversia sobre su visado.
«Lo que este hombre está viviendo es una vergüenza», dijo a la AFP Dusan Stojic, un jubilado de 67 años que acudió a una concentración de apoyo al tenista ante el Parlamento serbio, antes de ponerse a llorar.
A miles de kilómetros de Melbourne, los serbios se reúnen en Belgrado para apoyar al campeón nacional, a petición de su padre.
«Mi hijo está en prisión desde hace tres días. Es el mejor deportista del mundo. No ha contravenido ninguna ley de ese país», declaró a la prensa, en el marco de la concentración en Belgrado, el padre del jugador, Srdjan Djokovic.
Atacó a continuación al primer ministro australiano, Scott Morrison, al que calificó de «gran sinvergüenza» mediante un juego de palabras utilizando el nombre del político. El término «skot» significa «crápula» o «sinvergüenza» en serbio.
«Ese Scott (o skot), ese primer ministro, ese gran sinvergüenza, se ha atrevido a hablar así de Novak. ¡Debe avergonzarse, como todos los políticos de allí!», afirmó.
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, denunció una «caza política» y el jefe de la iglesia ortodoxa serbia, que celebra la Navidad el viernes, envió un mensaje a Djokovic explicándole que millones de fieles rezan por él en todo el mundo.
El jugador, de 34 años y cuyo estado de vacunación es desconocido, fue retenido a su llegada a Australia, después de la cancelación de su visado, el miércoles a la noche, por no cumplir con las estrictas condiciones de entrada impuestas en el país en el marco de la lucha contra la epidemia de covid-19.
El titular de 20 títulos en Grand Slam, que llegó a Melbourne para participar en el Abierto de Australia (17-30 de enero), espera en un centro de retención para personas en situación irregular una decisión judicial sobre su expediente, anunciada para el lunes.
En Serbia, esta situación es considerada por muchos como la última de una larga lista de humillaciones contra el país balcánico.
– «Es porque es serbio «-
«Lo que este hombre está viviendo es una vergüenza», afirmó a la AFP Dusan Stojic, un jubilado de 67 que vino la tarde del jueves a una reunión de apoyo ante el parlamento serbio, antes de romper en lágrimas.
«En un primer momento, lo invitan y le dicen que sus papeles están en regla. Pero luego lo retienen en un establecimiento. Es increíble. A un deportista como él, quizás el mejor de todos los tiempos», subrayó por su parte David Lukovic, empresario de 23 años.
Los medios sociales están llenos de mensajes de apoyo a «Nole» y también de diatribas contra el maltrato de Serbia hacia el campéon mundial.
«No es la vacuna el problema, es porque es serbio y además el mejor jugador de tenis del mundo. Pero todo esto es inútil», escribió Marinko Bulatovic en Twitter.
Por su parte, Marija Santic destacó la «impotencia ante tal grandeza» y denunció «la enemistad y el maltrato solo porque el más grande viene de un pequeño país montañoso de los Balcanes».
Aleksandar Vucic, que pide regularmente a sus compatriotas que se vacunen contra el coronavirus, prometió toda la ayuda diplomática posible a Djokovic, denunciando el «ensañamiento político».
«Lo que no es correcto es, por supuesto, esta caza de brujas en la que participan todos, incluido el primer ministro australiano, que afirma que las reglas son las mismas para todos», declaró en una conferencia de prensa.
El presidente del Parlamento serbio, Ivica Dacic, deploró un comportamiento «repugnante» y un «maltrato político» infligido al «hombre que cada país quisiera tener como ciudadano».