Homero Duarte Corona

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El italiano Gianni Savio y la Vuelta al Táchira en Bicicleta tuvieron su “primer flechazo” en 1991, un amor a primera vista, para 29 años después mantenerse incólume, un sempiterno invitado al Giro Andino; ausencias en algunas ediciones, pero que en nada ha mermado el interés para estar siempre en primera fila cada vez que se baja la banderola ajedrezada en señal de partida de la competencia más importante de Venezuela y una de las primeras en la clasificación  2.2 de la Unión Ciclista Internacional (UCI).

Los ciclistas son los grandes actores en cualquier carrera por etapas en el mundo, e igual en ¡Historia de la Vuelta al Táchira!, una serie de entregas que ha venido haciendo Diario la Nación desde comienzos del pasado mes de abril.

Sin embargo, existen otros personajes, los cerebros, quienes lo mismo que los jugadores de ajedrez, denominado el juego ciencia, tienen que mover sus fichas con el mayor sigilo posible, evitar al máximo cualquier parpadeo, un error por muy mínimo que sea, al final de una etapa y de la propia carrera, termina siendo fatal.

Gianni Savio, sempiterno invitado

Recuerda el locuaz y carismático entrenador, actualmente en condición Team Manager, una especie de hombre orquesta, quien debe estar pendiente de todo los pasos que dan sus ciclistas, cuerpo técnico, masajistas, etc; las 24 horas del día, mientras se esté en competencia, qué fue en 1989 cuando por primer vez pisó suelo americano, en el Tour de las Américas.

En esta carrera continental-ya desaparecida-, Savio fue invitado, gracias a tener en las filas de su equipo Eurocar –Mosoca, un ciclista muy popular en Estados Unidos: Roberto Gaglioli. Y fue en esta carrera donde conoció a Leonardo Sierra, integrante de la selección Venezuela: “me impresionó su forma de subir, no lo pensé dos veces, decidí ficharlo pronto y lanzarlo al ciclismo profesional”.

Exitoso debut en 1991

Dos años después de su primera visita a América,  Gianni Savio fue invitado a la Vuelta al Táchira, en 1991. Sin pensarlo dos veces se apareció en el giro local, traía en sus filas a un venezolano, Leonardo Sierra, nacido en Santa Cruz de Mora, aunado a otros cinco corredores, entre italianos y colombianos.

Desde su primera incursión, y transcurridos 29 años, el ahora Team Manager italiano, con el equipo Selle Italia-Vetta, nunca se ha ido con las manos vacías en cada una de las participaciones, que comenzó en su debut: tres triunfos de etapas, dos para el italiano Marino Marcozzi, la segunda con salida en San Juan de Colón y llegada en Santa Bárbara de Barinas y la tercera, un circuito en Maracaibo; y la séptima, entre Santa Tovar y la Grita.

No tuvo que esperar mucho tiempo, en su segunda presentación, en 1992, estrenando equipo, el ZG Mobilli, saboreó las mieles del triunfo, con el tachirense Luis Barroso, nacido en el barrio Libertador, logró la primera corona, flamante campeón, edición número 22, y una victoria de etapa con el colombiano Nelson “Cacaito” Rodríguez.

—El triunfo de Barroso representa el recuerdo  más lindo entre los cinco títulos con mi equipo, joven que se destacó en lo personal y como ciclista. Se fue a vivir a Estados Unidos, pero regresó  a la Vuelta y fue un placer encontrarlo en San Cristóbal, sentenció el Gianni Savio.

Le quedó el gusto en el paladar y en la mente al entrenador italiano, en 1993, con otro corredor venezolano, el emeritense Leonardo Sierra conquistó el bicampeonato en el Giro Andino, de nuevo con el equipo ZG Mobili, además de siete triunfos parciales de etapas.

Por varios años estuvo ausente de la Vuelta, el querido y respetado director técnico italiano, no por cuestiones de molestia con los dirigentes de la Asociación Tachirense de Ciclismo, menos con la afición, sino por una cuestión de calendario, el nacimiento del Tour de San Luis en Argentina, que se disputaba a finales del mes de enero. Esta prueba de primera categoría UCI, asignaba puntos importantes en el ranking mundial por equipos.

—Pese a la no presencia en algunas ediciones, cuando regresamos a la “Vuelta Gigante de América”, continuaron nuestras victorias de etapas, para hoy en día sumar más de medio centenar, fiel reflejo de que siempre vinimos a honrar la carrera”, esgrimió Savio.

Siempre defendiendo los colores del Colombia Selle Italia, apareció el tercer título en por intermedio del colombiano Hernán Darío Muñoz  en 2003.

Otro merideño, José Rujano, nacido en el mismo pueblo de Leonardo Sierra, se robó el corazón de los tachirenses y el país, luego de ganar en forma consecutiva las ediciones de 2004 y 2005, quinto en la historio del giro tachirense.

Con la divisa Androni Giocattoli-Siderme, Gianni Savio y sus ruteros han ganado un rol de primer de primer nivel, después de  ganar la primera etapa en las últimas cuatro ediciones: Rafaello Bonusi en 2017; Matteo Malucelli en 2018; Marco Benfatto en 2019 y Luca Pacioni en 2020.

—Este año logramos cinco triunfos de etapa: uno con Luca Pacioni, dos con Jhonatan Restrepo y dos con Kevin Rivera, quien se coronó campeón de los jóvenes, obtuvo el reinado en la categoría Sub 23. Nuestra gran amargura, la caída de Jefferson Cepeda en la  penúltima etapa, a pocos kilómetros de la llegada al cerro El Cristo de Capacho, que lo privó del liderato, lo que pudo haber sido la conquista del título individual al día siguiente en el circuito de cierre en las avenidas España y 19 de Abril.

Perfil personal de Gianni Savio

Empezó como Team Manager  de un equipo profesional en 1985. Su pasión por el ciclismo lo heredó de su abuelo materno, Giovanni Galli, quien fue campeón italiano de los independientes en los inicios de 1900. “Es una pasión que continúa acompañándome y con honestidad mantengo el mismo entusiasmo”, confiesa.

—Además de haber dirigido al Selle Colombia Italia-acota- fui el entrenador de la selección Colombia, divisa con la que gané un Campeonato del Mundo en contrarreloj con Santiago Botero, en Zolder en 2002. También participé en tres  Juegos Olímpicos como seleccionador nacional, con Colombia  en Atenas 2004, y con Venezuela en Beijing  2008 y Londres 2012.

Aún está lejos del retiro Gianni Savio, su pasión y amor por el ciclismo lo lleva hasta el tuétano. Es un convencido que estará al lado de sus ciclistas hasta que el Creador lo disponga. Ahora mismo, siempre y cuando mejore la situación de la pandemia del coronavirus, piensa venir a la Vuelta a Venezuela en noviembre de 2020 y la Vuelta al Táchira de 2021, en lo que a carreras en territorio americano se refiere. (HDC)

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