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Llorente resucitado y a la espera de Kane, el mesías del Tottenham
30 de mayo de 2019
En el purgatorio hace unos meses, Fernando Llorente se transformó en salvador del Tottenham antes de la final de la Liga de Campeones el sábado contra el Liverpool, pero el español, que busca el último gran trofeo que le falta, tendrá que apartarse si Harry Kane vuelve in extremis.
En sólo seis meses, el alto delantero navarro (1,95 m) pasó de la sombra a la luz: reducido al banquillo en diciembre pasado, con un contrato que finalizaba este verano, consideró dejar los Spurs antes de que su técnico Mauricio Pochettino lo convenciera de quedarse para paliar las ausencias por lesión del capitán Kane.
¡Y el veterano Llorente revivió! a sus 34 años, el delantero centro fue decisivo en cuartos de final de la ‘Champions’ contra el Mánchester City, marcando un gol no muy ortodoxo, posiblemente con el brazo (1-0, 3-4), antes de sobrevivir a un final de partido eléctrico en el que los ‘Citizens’ marcaron el gol de la clasificación, finalmente anulado por fuera de juego.
«Ha sido como si murieras y revivieras en el momento», resumió el delantero riojano, autor después de un gol en la vuelta de semifinales contra el Ájax de Ámsterdam (3-2).
– ‘Llorente es perfecto’ –
A imagen de un Tottenham especialista en resurrecciones sorpresas, Llorente resurgió cuando ya no se le esperaba. Ya había vivido una transformación similar en la Juventus de Turín (2013-2015) donde, durante mucho tiempo penó tácticamente y se vio superado físicamente, antes de volver a imponerse.
Pasó después por Sevilla (2015-2016) y el Swansea (2016-2017), antes de aceptar, cumplida la treintena, unirse al Tottenham para ser el doble del indispensable Kane.
«Cuando ves la forma de Harry Kane en los últimos años, no es fácil encontrar un jugador capaz de competir con él», decía Pochettino en 2017.
«Para un club como nosotros, no es fácil encontrar un buen jugador para este tipo de circunstancias. Por eso Llorente es perfecto. Casa bien en nuestro proyecto».
Pero, la paciencia del español tiene un límite: hastiado de estar en el banquillo, Llorente parecía querer salir en el mercado de enero hacia Turquía o volver al Athletic Bilbao, donde se formó.
Y después… Kane sufrió dos lesiones consecutivas en el tobillo izquierdo, en enero y en abril, dejando vía libre al internacional español (24 convocatorias), que fue imponiéndose.
«Sabía que podía ser importante. Sabía que la competencia era máxima, que lo iba a tener muy complicado, pero hay que saber estar ahí», dijo en abril a la radio española Cadena Ser.
– La incógnita Kane –
Sin formar parte de la flor y nata del fútbol mundial, Llorente lo ha ganado prácticamente todo: La Copa del Mundo en 2010 y la Eurocopa-2012 con España, la Liga Europa en 2016 con el Sevilla, numerosos títulos nacionales con la Juventus.
Pero, le falta todavía la ‘Champions’, de la que va a jugar la segunda final de su carrera tras la que perdió en 2015 con la Juventus contra el Barcelona (3-1). Es la hora de la revancha.
«Yo tengo la espina clavada con este 2015 que perdí la final con la Juve contra el Barça. Las segundas oportunidades siempre son buenas así que intentaremos aprovecharla», advirtió.
¿Pero podrá jugar esta nueva final? Todo depende de la incógnita de Harry Kane.
El delantero inglés está convaleciente, pero sueña sin duda con pisar el césped del estadio Metropolitano para la primera final de ‘Champions’ de la historia del Tottenham, su club formador. Y su vuelta sería forzosamente un impulso inestimable para los Spurs.
Kane volvió a la carrera el mes pasado, haciendo además un sprint memorable en Ámsterdam para unirse a sus compañeros tras la clasificación para la final.
Está por ver si puede ser titular el sábado, ya que no ha jugado desde abril. Sería un gran riesgo cuando Inglaterra también cuenta con él para la fase final de la Liga de Naciones (5-9 junio).
«La decisión es cosa del entrenador», dijo Kane el lunes, añadiendo que «me siento bien, el técnico lo evaluará y decidirá si estoy listo o no».
Para el valeroso Llorente, es cruel pero es ley de vida y tal vez sea el precio del oro europeo.
AFP