Homero Duarte Corona
El nacido en Nirgua, estado Yaracuy, fue el más rápido en el esprint de Setúbal, Portugal.
El yaracuyano Orluis Aular, bicampeón de la Vuelta Ciclista a Venezuela y de buena figuración en la Vuelta al Táchira en Bicicleta, que le sirvió de plataforma para dar el gran salto al ciclismo europeo, donde viene haciendo campaña desde hace más de dos años, logró su primera victoria importante en el “Viejo Continente”, se impuso en la Clásica Arrabida, después de ganar al esprint en Setúbal, Portugal, defendiendo los colores del equipo profesional Caja Rural-RGA, con asiento en España.
Tuvo los arrestos el corredor criollo nacido en Nirgua, tierra de campeones, allí también vio la primera luz del día Orniel Campos, triple coronado en las tres últimas ediciones del Giro Andino, un récord en la historia del magno evento del pedal con renombre nacional e internacional, para dar cuenta de sus rivales, quienes disputaron el derecho a la victoria.
De acuerdo a la información venida desde suelo lusitano, luego de casi una treintena de kilómetros de lucha, se formó un pequeño vagón de 14 corredores, con el madrileño Sergio Marín por delante, quienes lograron sacar una diferencia de más de dos minutos al gran lote.
Cuando el lote de los consagrados decidió apurar el paso, máxime en el momento que se vislumbró el terreno de montaña, los fugados comenzaron a perder tiempo. Sin embargo, Sergio Martín, como otros cinco de los escapados, pudieron mantener en punta de carrera al paso por el alto de Cobra y el duro tramo de Sterrato, pese a que el gran grupo atizaba el cañaveral en busca de la victoria.
Restando apenas diez kilómetros para el final de la carrera, los fugados fueron cazados por el gran lote, para dejar la victoria al esprint y fue allí donde el venezolano Orluis Aular sacó a relucir el gran momento por el que atraviesa y darle no solo una victoria a su divisa profesional de la Caja Rural, sino la satisfacción personal.
Finalizado la competencia, Orluis Aular declaró a los medios: «Salimos con la idea de meter a un corredor en la escapada para no tener que llevar el peso en el pelotón. Una vez que vimos que se llegaría al esprint, el equipo me arropó muy bien y pude rematar todo el trabajo. Mis compañeros endurecieron el ritmo en el repecho previo a la llegada para evitar que el grupo fuera muy numeroso. Lancé el esprint desde lejos porque me veía con fuerzas, y por suerte pude conseguir la victoria».
Para el hijo de Nirgua, sin duda que este triunfo lo reconforta, es un plus de cara al futuro inmediato, pues la temporada apenas comienza, son los primeros compases, con la seguridad que vendrán nuevos éxitos en su objetivo de abrirse en el exigente ciclismo europeo, donde lleva un par de años haciendo campaña.