Asunción alista final Sudamericana
23 de noviembre de 2024
El hijo de la capital del municipio Ayacucho, se acaba de convertir en el primer narrador de ciclismo venezolano que ingresa al mundialista canal televisivo ESPN
Homero Duarte Corona
La noticia se hizo viral, corrió como un “reguero de pólvora”: “El Conejo” Rafael Rodríguez ya es la voz oficial del ciclismo en ESPN, una de las cadenas Deportivas de televisión más importantes de América y el mundo.
Orgullo tachirense de la radio y la televisión, un narrador con calidad de exportación, de estrato humilde, colonense de pura cepa; en su pueblo, cuando apenas tenía ocho años se escapaba de la escuela para ver las salidas y llegadas de la Vuelta al Táchira en Bicicleta, estar al lado de los grandes narradores de entonces: Carlos Alviarez Sarmiento, Luis Alfonso Ramírez, Nelson Augusto Buitrago, Guillermo “Guillo” Villamizar y Manolo Dávila entre otros, sus maestros, el ejemplo a seguir.
Una familia de Abogados, más del 80 ciento son profesionales del Derecho, comenzando por su padre, ya ido de este mundo. Sin rodeos, le dijo a sus padres y a la abuela: Quiero ser locutor, narrador, emular a los ases del micrófono en Venezuela y allende de la frontera. Con creces, un trabajo de orfebre, fue puliendo su garganta, desde que hizo su debut en Innovación 98.3 FM de Michelena en 1997, junto a su hermano Marco Aurelio “El Emperador”, para desde entonces quedar prendido por siempre de la razón de ser de su vida: La Radio. Ha narrado todas las carreras de ciclismo de Venezuela, desde la más emblemática hasta la de menor talante.
En Colombia y otros países del continente se ha dejado oír la voz del “Conejo” Rafael Rodríguez, experiencia que le sirvió de plataforma de lanzamiento para que la internacional Cadena mundial ESPN lo haya llamado para ser parte de su staff de narradores deportivos. El Tour dé Francia, El Giro de Italia y la Vuelta a España tendrán en el estelar narrador tachirense su primera voz. “El Conejo” ya se estrenó, ahora mismo está narrando el Criterium del Dauphine, la segunda carrera en importancia después del Tour en territorio francés, hasta el domingo 9 de junio.
Historia digna de una película
Marco Aurelio El Emperador, su hermano, menor que él, una llave indisoluble; ha sido su pana, su confidente, pues aún niños, ya con uso de razón, en diciembre, en lugar de pedirle al Niño Jesús una pelota o una bicicleta, lo invocaban para que les trajera un radio cassette, un ¡regalo preciado! En el pequeño aparato hacían grabaciones de carreras de ciclismo y partidos de fútbol imaginarios: La Vuelta al Táchira y el Deportivo Táchira, las grandes inspiraciones del par de niños, precoces de la comunicación social.
Rafael era el narrador y Marco Aurelio, el comentarista, un ritual que cada día se iba acrecentando, seguros que el gran objetivo de emular a los ases de la narración deportiva de la época, llegaría más temprano que tarde, sueño que se hizo realidad.
Del pueblo a la ciudad. La familia se mudó de Colón a San Cristóbal, al corazón de la capital tachirense, a pocos metros de la emisora Ecos del Torbes, algo así como una bendición para Rafael y Marco Aurelio, aún adolescentes. Junto a ellos, los dos seres que los trajeron al mundo: Rafael y Elizabeth y su hermana Yelitza.
El único teléfono público del sector, precisamente estaba en el pasillo de la estación radial, donde iban a cada rato a hacer llamadas, momentos que aprovechaban para indagar y conocer el departamento de prensa, la gran discoteca con los mejores cantantes de la época… y lo más apetecido para ellos, el estudio de transmisión, donde estaban los locutores de guardia, sus futuros colegas: Carlos Alviarez Sarmiento, Erasmo Rosales Avendaño, José de Jesús Mora Figueroa, Iván Darío Rosales y otros de los tantos hombres del micrófono, quienes hicieron historia en su momento.
En Radio Táchira, cuando sus estudios estaban en el edificio el Ciclón, una cuadra arriba de Ecos del Torbes conoció a los hermanos Manolo y Jairo Dávila, creadores del emblemático programa “Deportivas Táchira”, aún vigente en Tamá Estéreo 103.9 FM.
La trágica desaparición física de su padre, cuando Rafael y Marco Aurelio estaban aún muy jóvenes los obligó a regresar a su patria chica, su lar nativo, Colón, año 1997.
Fue a partir de ese momento que el bisoño jovencito decidió dar el gran paso, ingresar a la radio; el bautizo, con apenas 17 años, en 1998, llegó a Innovación 98.3 FM, de Lobatera; luego saltó a 89.5 FM de La Fría, y de allí a su amada Colón, la Ciudad de Las Palmeras, a la emisora 103.7 FM, propiedad de Luis Aguilar.
Locutor de la República Bolivariana de Venezuela
Con el flamante título, profesional del micrófono, logrado en buena lid, a través de la Universidad Central de Venezuela (UCV), año 1998, Rafael Rodríguez se vino a cumplir el gran sueño, codearse con los grandes en la capital tachirense, “arrimarse a la candela”.
Empezó como locutor comercial, en Tamá Stéreo 103.9 FM, propiedad de Manuel Dávila Mogollón, amén de animador de un programa de gaitas y al Ritmo del Raiting Musical; locutor comercial en la Vuelta al Táchira y otros eventos de corte deportivo. Por ocho años se dejó escuchar en las ondas hertzianas de la estación del barrio Obrero.
Imaginación 96.1 FM lo catapultó, de la mano del “Zorzal” Luis Alfonso Ramírez, uno de los grandes narradores de ciclismo de América, fue su gran maestro; Rafael Rodríguez ya era integrante de la estación, con su programa propio “Al Ritmo del Conejo”, que aún sigue al aire, en horario matinal, a finales de 1998 y locutor comercial en las transmisiones de eventos deportivos, con mayor énfasis el ciclismo.
El propio Ramírez le propuso subirse a la escotilla de la Móvil número 2 para la trasmisión de la Vuelta al Zulia y un grupo de emisoras de todo el país. Un bautizo por todo lo alto, la radio deportiva del Táchira y Venezuela tenían en Rafael Rodríguez “El Conejo”, un nuevo descubrimiento, un joven de gran talento como narrador de ciclismo de ruta, año 2007.
El amor por su tierra, visualizar al oyente, ubicarlo por el sitio y paraje por donde transitaba cada etapa de la Vuelta al Táchira, especialmente la emblemática llegada al Cerro El Cristo de Capacho, igual en la Casa del Padre y el cierre del magno evento en el Velódromo de Pueblo Nuevo, hicieron de Rafael Rodríguez “El Conejo”, hijo de su homónimo padre y de Elizabeth Cárdenas Porras, “Chava” para todo el mundo, nacidos en Michelena, el narrador de mayor sintonía en el Giro Andino, un solo radio por donde transita la caravana multicolor.
Como en todos los pueblos del Táchira, Venezuela y el mundo, las familias y personas son conocidas más por sus apodos que por los nombres de pila, y en el caso de los Rodríguez Cárdenas, los conocen como “Los Conejos”, de allí el apelativo de Rafael Rodríguez.
Un hombre agradecido: Max Carrero Jr, director de Imaginación 96.1 FM y la junta directiva de la estación encabezada por su presidente, el abogado Fernando Velandria, quienes le abrieron las puertas de la estación, y aunado a ello no puede dejar de una lado a uno de sus grandes mentores: Enrique “Kike” Rosales, el polifacético hombre de la comunicación social, ya en el infinito, con quien viajó por toda América en transmisiones de radio y televisión.
En la Teletuya de la capital del país se estrenó como narrador de fútbol, otro de los deportes fuertes en la carrera de Rafael Rodríguez “El Conejo” y de allí a Gol TV, canal por donde se pasan los partidos del Deportivo Táchira.
El bagaje en la radio y televisión, la narración no solo de la Vuelta al Táchira, sino otras carreras de corte internacional, la más importante, el Tour Colombia, terminó siendo definitivo para que “El Conejo” de Colón fuera conectado por la cadena EPSN con asiento en Buenos Aires, Argentina, para que pasara a formar parte de su grupo humano, de ese gran mundo del deporte.
Ya debutó en la famosa cadena televisiva, ahora mismo y hasta el domingo en horario matinal, está narrando para el mundo, el Criterium Dauphine, una de las competencias de ciclismo más importantes del mundo.
En los próximos días Rodríguez viajará al gran Buenos Aires para unirse al grupo de EPSN, que le llevará al mundo deportivo las incidencias del Tour de Francia, la competencia de ciclismo por etapas de mayor rango en el universo.
El Santo Cristo de la Grita le salvó la garganta
Un hombre creyente hasta el tuétano, católico, por ello la fe en Dios, a quien se aferró a través del santo milagroso de la capital del “Espíritu Santo”, cuando un tumor maligno en su garganta estuvo a punto de truncarle su carrera por siempre, como narrador deportivo.
El milagro se hizo realidad, una delicada operación en las cuerdas vocales, con la ayuda de la ciencia médica y el manto divino del Santo Cristo de la Grita, le devolvieron la voz a Rafael Rodríguez “El Conejo”.
El sempiterno arribo de la Vuelta al Táchira a la Grita, edición de 2019, fue aprovechada por “El Conejo” para para pagar la promesa al patrono de la capital del municipio Jáuregui; de rodillas desde las afueras de la iglesia, con la mirada y el acompañamiento de amigos de la radio, se presentó ante el altar del santo milagroso, para con lágrimas en los ojos decirle: “Aquí estoy de cuerpo entero, para decirle que gracias a usted, estoy narrando lo que más me gusta: El Ciclsmo!”.
Todo no quedó allí, la segunda promesa se hizo efectiva el Día del Santo Cristo de la Grita, con un grupo de familiares y amigos salieron en romería, desde el Colón de “Las Palmeras”, a las 5 de la tarde, y a las 11 de la mañana del día siguientes, después de superar una lluvia durante toda la noche, estaban frente al altar del Santo Cristo, milagroso.
Como colofón, la yunta Rafael y Marco Aurelio, sigue en franca comunión; “El Conejo” en San Cristóbal, conectado con la radio y la televisión del Táchira, Venezuela y el mundo; y “El Emperador” a Través de Radio Bonchona virtual para el todo el planeta tierra, con el respaldo de la magia de internet.
Un gran reto para Rafael Rodríguez, el hijo de Colón, con la seguridad que no va a defraudar a sus coterráneos, a quienes lo siguen a través de la radio, la televisión y la magia de internet. Éxitos, tiene voz y garganta para seguir dando que hablar en el contexto nacional e internacional. (Homero Duarte Corona)
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