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23 de abril de 2024
En filosofía siempre es mejor que haya más preguntas que respuestas, para el proceso reflexivo. Pero el camino a una Copa del Mundo se labra con certezas y no con dudas. La selección nacional de Venezuela se medirá ante Japón, en Osaka, este martes, en la mañana. El último ensayo en el laboratorio de Rafael Dudamel, antes de salir a competir en una de las competiciones más difíciles del mundo: las eliminatorias de Conmebol.
La gran duda ante los nipones será si el DT yaracuyano le dará continuidad al 4-2-3-1 que usó en Caracas o volverá al 4-3-3, que consolidó en suelo japonés. El mes pasado, en la capital se le dio ingreso a un enganche como Rómulo Otero, lo que le dio más volumen de juego a la Vinotinto, además de ventajas en el balón parado inherentes a la presencia del «Escorpión». El tema es que fueron con dos rivales que no eran muy exigentes. Un idea más arriesgada, pero necesaria a la hora de proponer en casa.
El 4-3-3 (4-1-4-1) nació en el empate 1-1 de Venezuela ante Argentina en Buenos Aires de 2017, pero se sacó al ruedo de nuevo ante Japón el año pasado. El entrenador declaró en “El Juego”, programa de DirecTV conducido por Juan Pablo Varsky, que ese empate a cero ante los samuráis sirvió para convencer a los futbolistas. Su punto más alto fue el 3-1 ante Argentina, en Madrid. Luego mostró las costuras (Cataluña, Ecuador y México), pero una goleada 3-0 frente a Estados Unidos le dio fuerza, justo en la gira por Norteamérica previa a la Copa América. En Brasil las dudas reaparecieron y ante Colombia, en Miami, se dispararon las alarmas.
En el lejano Japón y con la información justa, el ruido se mantiene silenciado. Luego de tantos incendios extrafutbolísticos, la calma llegó en Caracas. Ante una interrogante de Ruta Vinotinto, el entrenador dio una respuesta no acorde a la pregunta, pero sí con el mensaje que quería dar: «Ganamos dentro y fuera de la cancha», incluso lo repitió. Eso fue antes del partido ante Trinidad y Tobago. Contra Bolivia festejó eufórico e incluso hasta exagerado un cuarto gol -de penal-, mirando a la cámara y con un gesto con el brazo. La carta de Josef Martínez y el desplante a la prensa en Miami pasó a un segundo plano.
El comentario de Josef sobre “no conocer” a los capitanes no levantó tantas llamas y en la tranquilidad de Osaka no se ha metido el dedo en la herida. Todo se centra en lo futbolístico y con un solo partido posible, porque el camino de Venezuela a Catar se parece mucho al de Ulises a Ítaca. En esta ocasión por un incumplimiento de contrato de empresarios que tumbó el choque ante Paraguay, en Bangladés. Sin mucho tiempo para resolver, Paraguay y Argentina sortearon el obstáculo, pero Venezuela no pudo gestionar otro amistoso.
El rival llega como finalista de la Copa Asia y tras darle un susto a Bélgica, en el Mundial de Rusia. Sin los conocidos Keisuke Honda o Shinji Kagawa. Tampoco convocaron una de las promesas del fútbol español como Takefusa Kubo. Pero sí tendrán siete legionarios en Europa. Un buen desafío para buscar las certezas antes de ingresar a la jungla más peligrosa del fútbol.
Alineaciones probables
Venezuela: Faríñez; R. Hernández, Osorio, Villanueva, Rosales; Rincón, Herrera; Savarino, Otero, Machís; y Rondón.
Japón: Gonda; Nagatomo, Yoshida, Sakai, Ueda; Haraguchi, Shibasaki, Endo, Nagai; Ito y Minamino.
Hora: 6:25 p.m.
Estadio: Suita, Osaka.
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