La Directiva encabezada por su presidente Carlos Fernández, recorre el país para conocer de cerca potencialidades de cada región y sus habitantes
Humberto Contreras
Con el propósito de levantar insumos para construir una propuesta de país, el equipo directivo de la Federación Nacional de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción Fedecámaras, recorre el país para conocer de cerca las potencialidades de cada región recoger in situ las observaciones y el sentir de sus habitantes. En esa condición, estuvieron varios días pulsando el Táchira,
Carlos Fernández, el presidente de la institución, asistió a una entrevista realizada para la radio web de Diario La Nación, a través de los periodistas Omaira Labrador, directora del medio, y Humberto Contreras, donde conversó sobre distintos tópicos relacionados con la confección de la propuesta, que se asoma de interés nacional, básicamente sobre tópicos de la actividad económica y productiva.
En principio, el dirigente del empresariado nacional, explica: La propuesta que nosotros estamos construyendo para poder formularla –y mi idea es formularla en la próxima asamblea anual de Fedecámaras (julio en Mérida) –, es una propuesta de un nuevo modelo de desarrollo económico parta el país.
Y eso es precisamente lo que nos está llevando, agrega, a conocer cada una de las regiones del país. No solamente para conocer sus realidades sino también para conocer la especificidad de esa problemática, fundamentalmente desde nuestra posición positiva, proactiva y propositiva, tratar de identificar cuáles son las potencialidades de esas regiones y tratar de formular propuestas donde se unan la potencialidad con la vocación natural de sus habitantes.
Por eso es que nuestras visitas no se circunscriben a la capital de cada estado, sino que vemos el contexto. Porque queremos que sea una propuesta consustanciada con el país. No va a ser una propuesta elaborada por las grandes mentes, las universidades, la academia, que por supuesto, también le darán una mirada, sino que, además, será una propuesta para el debate, para que la sociedad debata sobre cuál es el modelo económico que debemos desarrollar.
Y creemos también, que sea de entendimiento acerca de qué es lo que realmente quiere la sociedad venezolana, porque sin duda la sociedad venezolana ha cambiado mucho, los venezolanos ya no somos los mismos. El tejido social venezolano hoy día dista de ser lo que llegó a ser.
¿Podría señalar en tres puntos básicos cuáles son las condiciones o indicios mínimos que a ustedes les haría pensar que se puede estar reactivando la economía?
La primera razón por la cual nosotros creemos que se está reactivando la economía, es porque el empresario venezolano se pasó el suiche. Ahora ya tiene absolutamente claro que la renta se acabó, que nadie va a venir a resolverle su problema. Que no hay a quien ir a platearle su problemática, que no hay recursos públicos para facilitar nada, y entendió que ahora tiene que seguir por su propia cuenta y riesgo, y con el apoyo de los suyos, de los cercanos, para buscar las soluciones que requiere, para poder mantener su unidad negocios abierta.
En segundo lugar, y creo que es lo más importante, es que el venezolano está tomando la opción de la autonomía, y está dejando de lado la opción de la dependencia. Ahora está muy claro de que no le van a resolver con comisiones ni con dádivas. Las acepta, porque las necesita, pero ha tomado la posición de tener el control de su actividad, y está muy consciente de que la actividad económica, su actividad productiva, es el sustento de su vida y sobre la cual va a construir el futuro suyo y el de sus hijos, y en tercer lugar, y no menos importantes, es que también ha habido una discusión en los factores políticos, y cada día han entendido más lo que ha venido siendo nuestra propuesta, que la política no puede circunscribirse al desplazamiento de unos por otros en el poder, sino que se debe tener en el centro, el centro de toda actividad humana, política, económica, social, comunicacional, es el hombre, y el pleno desarrollo de su dignidad humana. Yo creo que hemos logrado volver a poner en el debate, y quisiéramos que el país también recuperara en su discusión política, lo importante que es resolver el problema de los ciudadanos. Y el problema de los ciudadanos tiene mucho que ver con el problema económico.
Creo que esos tres factores que le he mencionado, son el factor subjetivo fundamental para la recuperación económica. Y concluyo, que se ha detenido la caída económica del sector privado en 2021, y que ello se debe a lo que hizo cada ciudadano en el desarrollo de su actividad, en su pequeño espacio, para buscar la manera de mantener su empresa abierta, porque no hubo ninguna política pública ni de estímulo, que usted pueda decir que fue responsable de esa parada en la caída de la economía privada.
¿Cuánto tiempo estiman para que puedan decir que la economía se está recuperando?
— Bueno, podemos decir que estamos en camino, cuando la economía empiece a recuperarse basada en la inversión y no como fue este año que fue prácticamente basada en el crecimiento del consumo privado. Y para que se base en la inversión, se necesita confianza. Y la confianza no es un eslogan ni es un decreto, ni una campaña publicitaria. Ni buenos deseos. La confianza en la economía occidental no es otra cosa que la independencia y la solidez de sus instituciones. En la medida en que los países tienen instituciones sólidas, robustas, claras en sus objetivos, en esa medida van a generar la confianza para que vengan los capitales.
¿Qué les hace pensar a ustedes que ese nuevo diseño de país se pueda aplicar, si sigue el mismo sistema político? ¿Se tomarían en cuenta las propuestas que ustedes van a hacer?
— Nosotros estamos pensando que lo importante es qué quiere la sociedad. Nosotros entendemos por supuesto el valor que le da este gobierno, y cualquier gobierno, y mucho más con las características del gobierno que tenemos. Pero pensamos que los gobiernos son omnímodos, que pueden tener el poder absoluto de hacer lo que quieren, pero tienden a escuchar a la sociedad.
También hemos visto que el Gobierno tiene apertura, o se ha dejado permear por las soluciones del mercado que se han traído sobre la economía venezolana. La dolarización, por ejemplo, no es otra cosa que una solución del mercado a la problemática del país. El crédito comercial que fue el factor fundamental de la recuperación económica del año pasado, no es otra cosa que elementos del mercado que usan los ciudadanos en su quehacer. Pensamos que la sociedad claramente va a dar una batalla, nosotros decimos claramente que no tenemos ni la entidad, ni la fuerza ni la profundidad para imponer un modelo económico, pero lo que queremos, es hacer un planteamiento posible, realizable y que cuando llegue a su ejecución, ya vaya acompañado, por supuesto, porque de alguna manera se nutrió de lo recogido en las mesas que se han venido abriendo en todas las regiones.
— ¿Qué condiciones específicas se pueden tener para sentir una verdadera recuperación económica? Un ejecutivo de una empresa de servicios aduanales, decía que el tipo de cambio sobrevaluado, y el cierre de la frontera, son dos factores que afectan el potencial exportador del empresario venezolano.
— Muy importante las declaraciones de esa persona, porque sí, son dos elementos fundamentales. En primer lugar, sí, el bolívar está sobrevaluado. Tiene más valor del que debería tener. Qué bueno que el dólar está en 4,50 o 4,60, pero eso de alguna manera está haciendo casi imposible las exportaciones, porque el año pasado, la inflación fue dos veces la devaluación. Eso lo que quiere decir es que hoy en día el dólar está barato, por lo tanto, eso hace mucho más fácil las importaciones.
Las monedas siempre tienen unos desplazamientos en el precio, que unas veces tiene que ver con la diferencia de la devaluación o la inflación entre tu país y el principal socio comercial. Eso por supuesto no está aplicando en la moneda venezolana, porque ha habido una importante intervención del Estado en la venta de divisas en este último año, y porque también se ha reducido tanto, que ha bajado un poco la presión.
Eso por supuesto, es un reto enorme para la apertura del comercio internacional, porque si nosotros seguimos teniendo un dólar tan barato, cuando se abran las fronteras será más fácil la entrada de productos importados, que la salida.
Pero eso no debe ser una razón para no entrar en la discusión de fondo sobre la apertura del comercio binacional. Que, por cierto, no se debe quedar solo en la reapertura de los puentes y en la reanudación del comercio. Tenemos que aprovechar para ir más a fondo. Tenemos que crear toda una institucionalidad que regule los aspectos comerciales entre los dos países, tipo lo que existía con la Comunidad Andina de Naciones, que vaya mucho más allá del simple paso de mercancía.
Yo creo que este es un elemento muy importante, que cuesta mucho entender por qué está cerrado el puente en San Antonio, en Ureña y en Tienditas, pero sí está abierto el tráfico en Paraguachón o entre Arauca y El Amparo. También nosotros podemos entender que haya ruptura de relaciones diplomáticas, y hasta pudiésemos entender que esa ruptura, pudiera interrumpir el comercio por unos días, por unas semanas. Lo que no entendemos, no es posible entender, por qué se confunde el tema diplomático con el tema comercial, y sobre todo con el tema consular.
Nosotros queremos incluir también el tema consular. Hay más de dos millones de venezolanos que hacen vida en Colombia, y que no tienen un consulado donde tramitar sus papeles, donde conseguir su identidad, donde proveer de la nacionalidad venezolana a sus hijos, nacidos allá. Eso es un poco sobre lo que nosotros queremos llamar la atención en todas nuestras posiciones.
Si ustedes observan con detenimiento, en Fedecámaras hemos insistido en todas nuestras posiciones, en siempre tener en cuenta el lado humano. Si nosotros logramos convencer a las autoridades de la tragedia social que hay detrás de esta tragedia económica, estoy seguro que hubiese mucha mayor sensibilización en la búsqueda de soluciones.
–Si a ustedes el presidente Maduro les dijera ahora, cuál es la principal medida, una, que ustedes puedan recomendar para que el país comience a crecer, ¿cuál sería?
— Si nosotros pudiéramos tener esa oportunidad, es muy difícil hablar de una sola medida. Son muchas las que se necesitan. Pero yo le diría cuál es un objetivo, cuál es una medida, y cuál es una orientación.
El objetivo, le diría, es que nos acompañe en todo, en tratar de resolver el problema económico que tiene el país, que no es otro que la falta de ingresos del ciudadano. Allí es donde está el problema. Por supuesto, eso no es una causa. Es una consecuencia de un problema muchísimo más profundo. En segundo lugar, la medida que le diría, es la que más hemos recogido en esta gira que hacemos, visitando unos 18 estados, y la gente lo que nos pide, es que le digamos al gobierno, que los deje trabajar. Que ya está bueno de tanta intervención, de tanta fiscalización, de tanta revisión, de tanta intromisión, y de tanto descuido del Estado de Derecho. Y, por último, le recomendaría una orientación: Que siga insistiendo en levantar esa visión punitiva del hecho económico, que se ha construido.
—En materia económica, ¿qué rescataría Ud. del gobierno nacional? Algo que Ud. diga: Está bien. Ese es el camino. ¿O no hay nada?
— No, yo creo que sí hay que rescatar muchas cosas. Creo que en materia económica ha habido sin duda, una apertura a los temas de mercado. Creo que, por ejemplo, se ha permitido todo el tema de las transacciones y de las operaciones en dólares, por supuesto eso tiene que ser profundizado, regularizado. Yo rescataría que se está viendo una revisión en los modelos de negocio de algunas empresas estatales; yo rescato por ejemplo, y me parece importantísima la operación que hizo el gobierno de evitar la prescripción de la deuda, lo cual fue un mensaje muy positivo para los acreedores: mostrar la intención de pagar. Creo que han sido actuaciones muy positivas, que no se han terminado de materializar del todo. Y sin duda no se puede negar que, en los últimos años, tampoco ha habido medidas atentatorias contra la propiedad. Creo que esos son pasos positivos, y estoy seguro de que no han sido pasos sencillos. Pero bueno, a nosotros nos corresponde, así como señalar medidas con las que estamos inconformes, reconocer que ha habido un avance. En la media en que seamos objetivos, podemos llegar a más gente, que si tenemos un mensaje negativo por naturaleza.
— ¿Cuál sería el impacto que pudiera tener el empresario en el caso de que se decida reabrir la frontera al comercio binacional?
— Bueno, yo creo que en primer lugar, produciría una baja importante en los costos para algunos sectores. Hay muchas cosas que se traen importadas, de Colombia, que, por la legislación o los pactos vigentes, gozan de muchos beneficios. Hoy en día, como está cerrado, se ha generado una serie de sobrecostos, una institucionalidad paralela que lo que hace, es hacer más costosa la dificultad para hacer importaciones.
Lo otro, es que sin duda, traería como consecuencia mucha mayor presencia de productos colombianos , y eso – por supuesto que prefiero los venezolanos-, pero yo lo analizo y digo que prefiero primero, los productos venezolanos, luego los colombianos, seguido de los productos de países occidentales, porque una de las cosas que a nosotros nos preocupa es la “desoccidentalización” de la sociedad venezolana, de profunda vocación judeocristiana, y de valores definitivamente occidentales. Yo no quiero decir que sean mejores o peores, no quiero entrar en esa discusión.
— ¿En qué tiempo estima que se podría recuperar la economía, si se aplica la propuesta de la cual ha venido hablando?
–Bueno, yo soy de quienes dicen que la economía, el comercio, es inmortal. Mientras haya necesidades humanas, siempre va a haber alguien que la vas a proveer. Ahora, la economía como la conocimos, la economía como la quisiéramos, por supuesto que eso son debates que deben darse en la sociedad. Un debate donde debe estar presente toda la sociedad y especialmente las fuerzas productivas, laborales, sindicales, en fin.
Ahora, la recuperación económica, es una pregunta muy complicada porque la respuesta es para que nosotros volvamos a tener una economía, como la que teníamos en 2012, se necesitará muchos años a una tasa anual de crecimiento importante. Si nosotros crecimos a una tasa interanual de 5 %, que fue el crecimiento histórico del milagro económico venezolano de 1925 a 1980, bueno necesitaríamos muchos años. No menos de 20, para volver a tener el tamaño de la economía que tuvimos hace pocos años.
Dirán ese señor está pensando a largo plazo. Bueno, no se construyen familias, no se construye una economía, no se construye un país, solamente pensando a corto plazo. Pero hay una buena noticia. Ya la infraestructura del país, sus puertos, sus carreras, su sistema eléctrico, su infraestructura industrial, su infraestructura comercial, llegó a soportar una estructura económica de 350 mil millones de dólares. Hoy día podemos estar en 60 o 70 mil millones de dólares, y no es lo mismo recuperarse que reconstruir. Nosotros tenemos una infraestructura capaz de sostener, y ya lo probó, los 350 mil millones.
— ¿Y usted considera que la infraestructura actual está en condiciones para sostener un crecimiento así sobre la marcha?
— No. No creo que esté en capacidad de soportar 350 mil millones ahora mismo, pero si estoy convencido que puede absorber sin ninguna dificultad, una economía el doble de la que tenemos ahora. Tenemos mucha capacidad ociosa, Por ejemplo, tenemos ahora problemas enormes en electricidad. Pero no tenemos que hacer un Gurí. Que tenemos que cambiar algunas torres, el tendido eléctrico otras, cosas, bueno, sin duda, pero eso ni cuesta tanto, ni tarda tanto. No es lo mismo cambiar los sistemas de bombeo para que llegue el agua a las ciudades, que tener que construir la represas. Tenemos el puente sobre el Lago, las autopistas, buena parte de nuestra red de ferrocarriles, en fin, muchas cosas están hechas. Lo que digo es que nuestra capacidad de recuperación en corto plazo, es posible si hacemos las cosas bien hechas.
— ¿Qué se lleva del Táchira y de los tachirenses en esta gira de varios días que ha hecho en el estado?
— Yo me llevo del Táchira muchísimas cosas buenas. Y de verdad que para mí ha sido un reencuentro con lo mejor de la venezolanidad. Veo el Táchira con unas potencialidades que no desconocía. Me impresionó la potencialidad que hay en el tema minero, en el tema turístico. Me llevo el convencimiento de que coincido con los tachirenses en el sentido de que la frontera no es una línea que separa dos países, sino que es una bisagra que une dos países llamados a estar juntos, donde lo social y lo económico se complementan. Para mí, Paraguachón – Maicao, Ureña y San Antonio con Cúcuta, Orope con Puerto Santander, El Amparo con Arauca, son bisagras que comunican, dos puertas que están abiertas siempre de par en par. Me llevo el convencimiento de que quizá el Táchira es donde más se observa la cultura del pensamiento liberal, la importancia del trabajo. Creo que es uno de los pocos lugares de Venezuela donde se entiende que la riqueza, no es un regalo de la naturaleza, sino que es un producto del trabajo, y de la perseverancia. Y, por último, y más importante, he ratificado una vez más, la inmensa cordialidad de los tachirenses. Lo único que lamento después de esta visita, es que mañana me tengo que regresar.
— Finalmente: ¿Es usted optimista?
— Yo soy un optimista conocido y reconocido. Estoy absolutamente seguro, lo dije en mi discurso de toma de posesión, que la gran preocupación es ver que el país se desintegra, con esa diáspora que tenemos fuera.
Yo sí creo, y lo discuto en todos los espacios donde quiera que vayamos, que este es un país que tiene muchísimo más futuro y creo que, así como fuimos capaces de construir un milagro económico de 50 años, y un milagro social durante 70 años como pocas veces visto en la historia de la humanidad, hoy tenemos el mismo territorio, los mismos recursos naturales y una población mucho más capacitada que, sin duda, nos puede volver a colocar en un lugar de primacía. Soy definitivamente un optimista y lucho todos los días por convencer a quienes nos escuchan, de que el optimismo es el mejor camino.
En claves
El empresario venezolano pasó el chip. Entendió que tiene que solucionar sus problemas por su propia cuenta, sin dádivas ni regalos.
✔ «Los factores políticos han entendido que la economía no es algo que gira en torno a ellos, sino a las personas y sus gestiones económicas, para mantener a sus familias y sus empresas».
✔ «Cuando la economía avance en inversión, estaremos avanzando. Sin embargo, para que haya inversión se necesita confianza”.
✔ «El gobierno ha tenido apertura o se ha dejado permear por elementos del mercado y eso lo vimos en estos últimos meses”.
✔ «Hay que crear una institucionalidad que regule todo el comercio entre Colombia y Venezuela. No se puede quedar solamente en la apertura comercial y peatonal de los pasos binacionales entre ambos países».
✔ «Si tuviéramos la oportunidad de reunirnos con el gobierno, el objetivo es que nos acompañen en resolver el principal problema del país, que es el regreso de venezolanos”.
✔ «En materia económica (del gobierno) ha habido una apertura en términos de mercado, tanto de transacciones como operaciones en dólares”.
✔ «Una de las cosas que nos preocupan es la desoccidentalización de la economía venezolana. Primero debería estar el producto venezolano, de segundo el colombiano y tercero, los productos del occidente del mundo».
✔ “Para tener de nuevo la economía del 2012 se necesita tener el crecimiento económico del milagro venezolano (1925-1980), por muchos años. Sin embargo, tenemos la infraestructura para tener ese tipo de crecimiento que necesitamos».
✔ «Me llevo de este viaje que coincido con los tachirenses en que la frontera no es una línea que divide, sino una bisagra que une a dos países, y eso se observa también en el Zulia».
✔ «El Táchira es de los pocos estados de economía liberal en Venezuela. Aquí se entiende que la riqueza no está en los recursos naturales, sino en el trabajo de la gente».