Califica la medida como un “capricho” por parte de las autoridades

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Jonathan Maldonado

El concejal del municipio fronterizo Bolívar, Carlos Rodríguez, solicitó este jueves 9 de noviembre a la alcaldesa Sandra Sánchez, la remoción de las vallas metálicas de la calle 3 de San Antonio del Táchira, que limitan desde hace seis meses el libre tránsito de vehículos.

Acompañado de comerciantes, taxistas y mototaxistas, Rodríguez lamentó que la primera calle con la que se tropiezan los conductores, una vez entran a Venezuela por el puente internacional Simón Bolívar, esté cerrada. Cree que la media está basada “en un capricho” de las autoridades.

El edil subrayó que las vallas metálicas hacen que los transportistas binacionales, por ejemplo, tengan que desviarse por otra calle y obligan a los demás conductores a circular por una avenida Venezuela, “donde hay nueve grupos de seguridad ciudadana”.

“Hoy rechazamos esta situación y le exijo que sea usted alcaldesa, porque el director de Vialidad es un empleado suyo, la que dé la orden de retiro de los obstáculos, porque usted como primera autoridad es la responsable de que estas vallas estén aquí, obstaculizando el paso de todos los venezolanos y extranjeros”, sentenció.

Aseguró que el argumento manejado por el Seniat y la Alcaldía, de que la calle está cerrada para evitar inconvenientes con el paso de las gandolas, no es válido, pues hace más de 15 años, cuando la frontera mantenía el título de la más viva de Latinoamérica, con un gran paso de gandolas y demás parque automotor, nunca se bloqueó una calle tan importante.

“Y si quieren también argumentar que están ahí por ser una zona de seguridad, entonces las zonas donde están ubicados el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) y el estadio de la jurisdicción también deberían estar trancados. Siento que es un capricho de las autoridades que quieren obligar a que la gente solo transite por la avenida”, recalcó.

“Decreto estéril”

El concejal aprovechó la oportunidad para solicitarle a la alcaldesa la derogación del decreto 001, que limita al transportista, tal y como lo hizo su homólogo del municipio vecino Pedro María Ureña, Jhon Carrillo.

“Se trata de un decreto que nació estéril y que solo ha beneficiado a lo que está mal, a lo ilegal”, prosiguió con el respaldo de transportistas y comerciantes del sector.

El edil recordó que las vallas violan la Constitución al entorpecer el libre tránsito de los ciudadanos. El comerciante Alfonso Gutiérrez pidió a la municipalidad colocar las cosas en orden.

“Tiene que volver la normalidad, que se acaben los caprichos y quiten las vallas de la calle”, precisó Gutiérrez a modo de colofón y como espaldarazo a las palabras proferidas por el concejal.