Frontera

“Desde dilaciones hasta engaños” pueden afrontar decenas de migrantes

25 de noviembre de 2024

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Aún reina la desinformación al momento de atravesar los puentes binacionales

Jonathan Maldonado

A la frontera, y en especial al eje San Antonio del Táchira-Ureña, arriban a diario una cantidad considerable de migrantes para atravesar los pasos formales. Algunos llegan en avión, por la pista del aeropuerto internacional Cipriano Castro; otros en vehículos de transporte público y también los caminantes. Este último grupo ha bajado considerablemente. Se ven exiguas familias.

Por donde entren los migrantes, no se escapan de afrontar ciertas dificultades en la frontera colombo venezolana. En primer lugar, están las dilaciones que suelen registrarse en los puntos de sellado de pasaportes. Por cualquiera de los puentes, el que así lo disponga, puede sellar la salida de Venezuela, siempre y cuando no esté vencido el documento.

Sin embargo, por semana, hay uno o dos días en los que los usuarios enfrentan retrasos, ya sea por la caída del sistema, fallas en el servicio de electricidad o por lentitud en las operaciones que llevan a cabo los funcionarios.

Fanny Rondón entró a San Antonio del Táchira este sábado, en horas del mediodía. Era la primera vez que venía a la zona y lo hizo en transporte público: “El buscama me dejó en San Cristóbal y, de ahí, tomé la buseta hasta San Antonio”.

Rondón estaba algo desorientada. No sabía si podía cruzar el puente solo con su cédula de identidad. «El chofer me guió y me dijo que sí, que podía pasar sin problemas. En el terminal me abordaron muchas personas. Dicen que son asesores», prosiguió desde la aduana, donde fue consultada por el equipo reporteril de La Nación.

Este fin de semana, los puntos de sellado no presentaron problemas. No se divisaron largas filas de ciudadanos. Estuvo fluido. «Yo no voy a sellar, no tengo pasaporte», detalló Fanny. Precisó que su ruta es hasta Ecuador, donde la esperan una hermana, su sobrina y una prima. «Estados Unidos, aunque es el destino más deseado, no me llama la atención».

La ciudadana, de 39 años, oriunda de Barquisimeto, en el estado Lara, contó con la suerte de ser guiada por el conductor de la unidad. Otros no han tenido la misma alternativa y terminan accediendo a «engaños» como el tener que pasar frontera por una trocha, cuando fácilmente lo pueden hacer por cualquiera de los tramos formales.

En el puente internacional Atanasio Girardot, conductores frecuentemente han denunciado las colas de vehículos que se forman en el carril para obtener el sello de salida. Han solicitado en varias oportunidades que habiliten otro canal para tal fin, y así evitar las demoras.

Se estima que por los cuatro puentes: Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Atanasio Girardot y el Unión, pueden cruzar al día un aproximado de 3 mil migrantes; de ese grupo, cerca de 1.200 están sellando el documento. La mayoría pasa sin sellar, ya sea porque está vencido o porque nunca lo han tramitado.

Otros de los peligros que deja por sentada la vulnerabilidad del migrante son los grupos dedicados a la trata de personas, cuyos tentáculos son más complejos de detectar. Se mueven sigilosamente y están de ambos lados.

En el Área Metropolitana de Cúcuta (AMC), los ciudadanos se pueden movilizar solo con su cédula de identidad. Si van a salir de Norte de Santander, departamento fronterizo, deben tener el pasaporte. Colombia lleva la entrada en documentos vencidos, mientras no sobrepasen los 10 años de haber caducado.