Con cierto retraso, se desarrolló el segundo desfile del Carnaval Internacional de la Frontera
Jonathan Maldonado
Bailes, lentejuelas, canutillos y plumas realizaron el segundo desfile del Carnaval Internacional de la Frontera, en su quincuagésima quinta edición.
Pasadas las 6:00 p.m. arrancó la banda de La Fría, del municipio García de Hevia, que encabezaba el recorrido previsto para las 4:00 p.m. Hubo más dos horas de retraso.
«¡La vida es una carnaval,!», vociferaba un vendedor de refrescos a la altura del Centro Cívico de San Antonio del Táchira, en el municipio Bolívar. El sexagenario bailaba a un ritmo lento, siguiendo la canción que iba sonando de las comparsas que pasaban.
Desde el Centro Cívico y hasta la Redoma del Cementerio, los extremos de la vía estaban bordeados por cientos de espectadores. «Ya casi no se ve gente del pueblo. Muchos han migrado», comentaba otro ciudadano mientras escrutaba las caras a ver si veía a alguien conocido.
Las familias aprovechaban la ocasión para brindarles a los pequeños de la casa la posibilidad de distraerse un rato, en medio de un desfile cuyas carrozas reciclaron gran parte de sus adornos para construir el diseño.
En esta oportunidad, solo tres candidatas participaron en el desfile. Dos son de San Antonio y la tercera de Villa del Rosario, con sello binacional.
Aunque la pomposidad ha ido en declive año tras año, se evidenció el entusiasmo, esfuerzo y dedicación en los integrantes de cada comparsa, banda y carroza que desfiló en San Antonio.