En la ciudad fronteriza de Ureña aprovechan el agua de lluvia para llenar los recipientes frente a la sequía que persiste en las tuberías de muchas casas de la zona.
En la parte baja del barro El Caney, algunas familias se abastecieron de las precipitaciones caídas la noche de este viernes 23 de agosto.
Esta comunidad, de acuerdo con lo indicado por los residentes, debe ser atendida por el Acueducto Regional del Táchira (ART), y no por el de La Mulata, pero a la fecha siguen esperando agua por tubería. Aseguran pasar meses sin que les llegue el servicio.
Piden que haya un cambio del personal de Hidrosuroeste, pues la actual administración tiene una sectorización que “dilata mucho el envío del líquido a los diversos sectores que dependen del ART”.
Los habitantes aseguran que en Ureña aún se mantiene la crisis en torno al suministro de agua potable. “No tenemos dinero para estar pagando el servicio de un carro cisterna», enfatizaron.
Jonathan Maldonado