Frontera

La frontera se tambaleó por paro de camioneros

9 de septiembre de 2024

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Los coletazos del paro de sintieron en el eje San Antonio-Ureña

El Dato

La movilidad de vehículos por el puente internacional Simón Bolívar se trastocó en más del 70 %

Jonathan Maldonado

La frontera se tambaleó por los cuatro días de paro de camioneros en Colombia, que provocaron el bloqueo de las principales vías y mantuvieron sitiado al departamento de Norte de Santander, afectando gravemente la economía de su ciudad capital, Cúcuta.

El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en Norte de Santander, Sergio Palacios, estimó más de 13 mil millones de pesos en pérdidas diarias en la economía de una ciudad cuyo dinamismo comercial, educativo y cultural se vio drásticamente interrumpido.

«Ya no hay gasolina para los aviones. No está llegando combustible de ninguna índole y el gas también empieza a escasear», alertó Palacios un día antes de que se levantara el paro de camioneros, el cual exigía que el Gobierno de Gustavo Petro reconsiderase el aumento de diésel.

Mientras las discusiones iban y venían entre los afectados y el Gobierno de Colombia, sin salir el esperado humo blanco, los productos empezaban a subir de precio por la poca oferta y gran demanda. El incremento de muchos rubros, según Palacios, se ubicó entre el 70 al 80 %.

«Estamos sitiados», soltó Sandra Guzmán, presidenta de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac), Capítulo Cúcuta, al expresar su preocupación por el golpe que estaba recibiendo el intercambio comercial binacional a causa del paro y cierre de vías.

Guzmán señaló a Diario La Nación que el puente internacional Simón Bolívar estuvo bloqueado por dos días para el paso de vehículos de carga pesada. «11 camiones llegaron a estar represados en Zona Franca y dos en La Popular», mientras un aproximado de siete gandolas con placa venezolana aguardaban en La Parada para poder seguir con su trayecto. Todo se vio trastocado.

«En mi bodega también tengo mercancía represada», prosiguió al tiempo que instaba al presidente Petro a no olvidar el slogan con el que lideró su campaña, el cual, a su juicio, dista de las acciones que está emprendiendo actualmente como estadista.

Coletazos para el Táchira

Miles de venezolanos, que a diario arriban a la frontera desde diversos municipios del Táchira y de otras regiones del país, también se vieron afectados por el escenario que afrontaba Colombia con el paro, y en especial el departamento de Norte de Santander.

Los puntos más álgidos se vivieron con los cierres de la autopista internacional que une a La Parada con Cúcuta, por parte de un grupo de buseteros que se sumó al paro de los transportadores de carga. Esa vía es la usada por más del 80 % de venezolanos que cruzan la frontera en un tránsito pendular.

Los más de 6 mil estudiantes venezolanos que viven en Bolívar y Pedro María Ureña, y ven clases en el Área Metropolitana de Cúcuta (AMC), no escaparon a las consecuencias del paro. Hubo días de suspensión de la jornada escolar para la protección y resguardo de niños y profesores.

Otra preocupación era la ya palpable escasez de gasolina colombiana y de productos, pues la mayoría de lo que se vende en los anaqueles de Táchira tiene el sello «made in Colombia». Al respecto, el analista en temas de frontera William Gómez advirtió que, de no cesar el paro, podría comenzar a escasear en los próximos días, en Táchira y otros estados del país, productos de origen colombiano. También alertó sobre el aumento de precios.

El panorama también perjudicó a pacientes venezolanos, trabajadores y migrantes que presentaron dificultades para movilizarse por la ciudad capital de Norte de Santander, debido a los bloqueos en diversos puntos. Algunos, ante la pericia de taxistas –este grupo no se paralizó– para tomar atajos, lograron llegar a las zonas previstas, pero con sobreprecios en las tarifas para carreras o bajo la modalidad de por puesto. Los taxistas y mototaxistas hicieron su agosto.

El terminal agonizó

Ángela Escamilla, gerente del terminal de pasajeros de la ciudad de Cúcuta, indicó que durante los días de paro, las instalaciones se vieron afectadas en más del 95 %. Solo estaban saliendo las rutas binacionales y unas pocas con dirección a los municipios que no habían sufrido cierre de vías.

Escamilla aclaró que hubo pérdidas por más de 50 millones de pesos para los transportistas y área administrativa, sin sumar el golpe económico para los comerciantes que hacen vida en el terminal de la ciudad fronteriza, también usado por muchos venezolanos que van en tránsito migratorio.

Al final, para el viernes 6 de septiembre, se anuncia el levantamiento del paro luego de un acuerdo entre las partes involucradas. Los camineros consiguieron que el aumento de 2 mil pesos del diésel se suspendiera y, por consiguiente, se estableciera solo un aumento de 800 pesos, dividido en dos partes.