Por Jonathan Maldonado
Un grupo familiar, con otros caminates, arribaron este lunes, en el inicio de la semana radical, a la frontera, con el propósito de migrar a Colombia.
Arrancaron desde Valencia, en el estado Carabobo, con rumbo a la frontera. El trayecto lo hicieron, algunas veces a pie, otras veces en aventones. Duraron tres días en la peripecia.
Manuel Urbina, junto a su esposa e hijas, se encontraba a la altura de Peracal cuando fue abordado por el equipo reporteril de La Nación. «La situación nos obliga a migrar», precisó.
«Si se tiene para un kilo de arroz no se tiene para el salado», especificó el caballero con la fe puesta en la Providencia. «Sé que nos va a ir bien», resaltó.
El destino de Urbina y su familia es Buscaramanga. Allá están dispuestos a hacer los que les salga. «Queremos un mejor futuro para nuestras hijas», dijo, por su parte, la progenitora.
La pareja aseguró que no tienen miedo al cambio, pues están seguros del paso que están dando. «De las trochas nos dijeron que es sencillo de el paso», recalcaron.