William Gómez indicó que toda decisión debe estar enmarcada en términos de reciprocidad
Jonathan Maldonado
El analista en temas de frontera, William Gómez, aseguró que la reciente resolución del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC) viola el Tratado de Tonchalá, acuerdo suscrito por Venezuela y Colombia desde el año 1959, el cual, a la fecha, no ha sido derogado ni sustituido.
Gómez precisó que esta medida, emitida por la secretaría de tránsito del AMC, y que limita la circulación de vehículos de transporte público binacional, de matrícula venezolana, por el puente internacional Atanasio Girardot, también incumple el último acuerdo suscrito por ambas naciones, mediante los ministerios del transporte, en el marco del proceso de reapertura.
«Ni el Tratado de Tonchalá ni el acuerdo entre los ministerios del transporte de ambos países, restringe el paso del transporte por alguno de los tres puentes internacionales, razón por la que esta resolución unilateral y de rango municipal, no puede pasar por encima de un acuerdo supranacional, suscrito y avalado por autoridades nacionales de los dos países», subrayó el también exalcalde.
En este sentido, exhortó a las autoridades locales, regionales y nacionales a acompañar el reclamo de los transportistas venezolanos, que hacen ruta binacional, y a elevar la voz mediante la Cancillería o Consulado de Venezuela en Cúcuta para que manifiesten su inconformidad a la medida tomada localmente por la autoridad de tránsito del Área Metropolitana de Cúcuta.
«La resolución 077-2023, con fecha del 18 de julio de la secretaría tránsito del AMC, va en contra de los principios de tratados internacionales y de buena vecindad y de reciprocidad, ya que el transportista colombiano está cruzando a territorio venezolano sin ninguna limitación sobre los pasos binacionales entre el eje San Antonio del Táchira – Ureña», aseveró el analista.
Otra vía por la que se pudiera revertir la resolución 077, es mediante un abogado en territorio colombiano, que represente las líneas de transporte venezolanas afectadas por la medida, para que tome una acción legal que permita su abolición a través de una sentencia judicial.
William Gómez recordó que el tránsito de transportistas, tanto colombianos como venezolanos, circulaba de manera normal y sin ningún tipo de restricciones antes del cierre del año 2015, garantizando la fluidez de este servicio, así como la comodidad y seguridad para los miles de ciudadanos que cruzan a diario la frontera.