Frontera
Sanantoniense entre los músicos que integran el disco sinfónico de Felipe Peláez
22 de mayo de 2024
Estuvo en el ámbito de la percusión, junto a otros destacados tachirenses
Jonathan Maldonado
«El señor (Dios) me salvó de estudiar ingeniería». Con esta frase Joel Paredes, músico sanantoniense, agradece a la Providencia el haber decidido tomar la ruta de la música y abrazarla como su profesión, cuando apenas rayaba los 16 años, y pese a los prejuicios y estigmatizaciones que al principio enfrentó de parte de su familia — mayoría abogados–, por considerarla un oficio que no rendía frutos económicos.
Tres lustros y un año después, Paredes se siente orgulloso de haber defendido su inclinación músical, un camino cargado de estudio, esfuerzo, dedicación, dudas y caídas — estas dos últimas normales en cualquier ruta –, pues hoy celebra ser parte del disco ‘Un sueño llamado sinfónico’, del cantante de vallenato, Felipe Peláez.
Su nombre aparece en el área de la percusión, en la que se desenvuelve como pez en el agua. «Venezuela sigue siendo tomada en cuenta en el ámbito sinfónico por toda la trayectoria que las orquestas sinfónicas han dado al mundo, abanderadas por el gran Gustavo Dudamel, una muy importante referencia de Venezuela a nivel internacional», soltó.
Táchira, prosigue el joven de 32 años, es una de las tierras venezolanas más fértiles en cuanto a músicos. — Lo demuestran los tachirense que integran conmigo la producción de este concierto –, soltó algo henchido de orgullo y con la fe puesta en que vendrán otras oportunidades cargadas de aprendizajes.
Hizo mención del productor del disco del cantante colombiano , un sancristobalense que promueve el talento andino en las esferas internacionales por las que se mueve. — Se trata de una producción que arrancó hace seis años, muy planificada y con la creación compartida entre Colombia y Venezuela –, subrayó ataviado de negro y rodeado de instrumentos musicales, elementos esenciales de su vida.
«Venezuela ha sido muy fuerte en aportar músicos de alto nivel», prosigue el joven al recalcar que buena parte del staff es tachirense. «Para mí el ser parte del disco es un orgullo sano. Es un logro que se lo debo a Dios, solo gracias a Él», enfatizó desde su fe cristiana.
Multiplicar lo que sabe
Joel Paredes tiene dos objetivos a corto y largo plazo: seguir cultivando su lado personal – espiritual, y multiplicar lo que sabe a los niños que deseen dejar a un lado lo superfluo de las redes sociales, para encaminarse al aprendizaje de un arte que requiere profundidad, entrega y, sobre todo, mucho estudio.
Y con base al estudio, aconseja a todo niño, adolescente o joven que quiera involucrarse en el entorno músical, a ser muy acucioso y responsable, a tener compromiso y constancia.
«Sí, en el estudio está la clave de todo», concluyó el joven músico sanantoniense al informar que para el mes de septiembre espera participar y en el Festival de Jazz Internacional de Cartagena.