Frontera
Tres días de cierre fronterizo marcados por la soledad y pérdidas económicas
13 de enero de 2025
En Peracal se mantuvo restringido el paso a San Antonio del Táchira por 72 horas
Jonathan Maldonado
Tres días de cierre de frontera provocaron soledad, pérdidas económicas y mucha zozobra en una zona que se estaba acostumbrando a la formalidad, comodidad y seguridad que han otorgado los pasos formales durante casi dos años, y sin que se trastocara la dinámica.
La avenida Venezuela, la arteria vial más empleada por los visitantes y propios para conectar con Colombia mediante el puente internacional Simón Bolívar, estuvo envuelta por una quietud que se veía interrumpida por el soplo del viento o por las ruedas desgastadas de maletas empujadas por algún viajero ávido de lograr cruzar hacia el vecino país.
El escenario agudizó la preocupación en quienes laboran en el Área Metropolitana de Cúcuta (AMC) y viven del lado venezolano. Los invadió la desesperación, pues temían perder sus empleos ante la suspensión del tránsito por los puentes internacionales.
Los mototaxistas del lado venezolano que salieron a las calles se quedaban atónitos ante la nula posibilidad de hacer una carrera durante horas. «Esta soledad nos está matando. No estamos haciendo nada», remarcaban con el temor de que se prolongue el cierre.
El analista en temas de frontera William Gómez lamentó que desde el Gobierno central no se tome en cuenta el gran impacto negativo que genera un cierre de frontera para sus habitantes, pues son muchos los que dependen de esa dinámica para llevar el sustento a sus casas.
«Mucha gente vive del día a día y de la dinámica de estos puentes abiertos como el transporte, la gente que comercializa al menudeo, las personas que van y vienen por sus trabajos formales; todo esto se va a ver impactado y es lo que muchas veces el gobierno desconoce», apuntó Gómez.
Varados y a la intemperie
Desde el punto de control de Peracal, en el municipio fronterizo Bolívar, vecinos reportaron este fin de semana a varios grupos de migrantes varados, a la intemperie y a la espera de que se reactive el paso por los puentes internacionales.
Desde el pasado viernes 10 de enero, los accesos por Peracal estuvieron restringidos. Solo podían cruzar casos de emergencia o relacionados con los servicios públicos. El resto debía esperar a que el tránsito se restituyera este lunes, entre ellos decenas de viajeros.
«Están cocinando en la calle, arman sus cocinas a leña para poder cocinar sus alimentos», explicó una vecina al precisar que algunos están pasando la noche en la cancha. Otros, con más recursos, trataron del alquilar una habitación.
Ellos esperan cruzar la frontera este lunes. «Hay familias, con sus niños», detalló la fuente consultada al señalar que han sido días muy difíciles para ellos. Varios residentes les han prestado ayuda.
15 vehículos con carga pesada represados en Cúcuta
Al menos 15 vehículos con carga pesada quedaron represados en Cúcuta tras el sorpresivo cierre de frontera anunciado por Venezuela el viernes, en horas de la madrugada, y que se levanta este lunes 13 de enero.
Así lo destacó la presidenta de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac), capítulo Cúcuta, Sandra Guzmán, al precisar que nueve vehículos quedaron en Zona Franca, con un costo de 672 mil dólares; cinco vehículos en La Popular, con un costo 80 mil dólares; y un vehículo por el puente Atanasio Girardot, con un costo de 13 mil dólares.
Indicó que no conoce estadísticas de mercancías que hayan quedado en bodegas privadas o particulares: “Esos 15 vehículos están listos para cruzar frontera el lunes a primera hora, si Dios lo permite”.
Guzmán, al igual que el resto del gremio colombo-venezolano en materia de intercambio comercial binacional, espera que este lunes retorne el dinamismo por los puentes internacionales Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Atanasio Girardot y Unión.
«Estamos aislados»
Los habitantes de Peracal y Las Adjuntas calificaron de «aislamiento injustificado» lo que vivieron desde el viernes y hasta el lunes como consecuencia del cierre de frontera. No entienden por qué los limitaron tanto, cuando son comunidades del municipio Bolívar que deben gozar del libre tránsito.
«Ni siquiera nos estaban dejando ir a San Antonio para hacer mercado, solo casos de emergencia y relacionados con los servicios públicos», manifestó decepcionada una vecina al recalcar que se sentía como un preso en su propio país.
Conos y algunas vallas fueron atravesadas por los funcionarios en Peracal en señal de que el tránsito estaba restringido casi en su totalidad. «Fue muy severo el control, no se justifica», prosiguió la ciudadana en conversación con Diario La Nación.
Fuerte despliegue militar
El despliegue militar también marcó a la frontera desolada por el cierre de sus puentes binacionales. Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) se mantuvieron desde el tramo internacional, lado venezolano, hasta la avenida Venezuela y en recorridos por el casco central de la Villa Heroica, como también se le conoce a San Antonio, con sus equipos antimotines.
Gran parte de estos uniformados se observaba a la altura de la Redoma del Cementerio. Allí también estaban una tanqueta y otros vehículos de uso militar. La ciudadanía los miraba con cierto asombro, inquietud y preocupación.