La luz de la soldadura y el ruido de la instalación de vallas llamó la atención este jueves, cerca de las 10:00 p.m., de ciudadanos que circulaban por los alrededores de la aduana principal de San Antonio del Táchira.

Jonathan Maldonado

El trabajo, por parte de obreros, se realizaba en la esquina de la calle 3, que conecta con la aduana. Tres vallas de metal fueron unidas y atravesadas en la arteria vial para evitar que los carros transiten por ese punto y descarguen pasajeros.

La decisión de trancar la vía se desprendió en reunión que sostuvieron autoridades militares y civiles en el Destacamento 212 de frontera. La idea, se pudo conocer, es evitar que los pasajeros se desvíen de la ruta hacia el terminal de la jurisdicción.

Transportistas de Colombia y Venezuela recientemente manifestaron su descontento frente al galopante transporte informal que reina en La Parada y en la avenida Venezuela. Amenazaron con bloquear la frontera si no hay una respuesta por parte de las autoridades.

Sin embargo, conductores y transeúntes coincidieron en que cerrar una vía, por parte de las autoridades, no es la opción más viable para frenar la piratería. Aseguran que lo que debe prevalecer es el respeto a las normas y a las reglas.

“Me parece una decisión poco ajustada a una frontera que está abierta, que debe defender el libre tránsito”, indicó Sergio Pérez, habitante de la Villa Heroica. “De nada sirve si continúan algunos funcionarios beneficiándose de la informalidad”, precisó.

Pérez es consciente de la necesidad de ponerle un coto a la piratería, pero la manera o alternativa que ofrecen las autoridades, a su juicio, no es la más adecuada para la jurisdicción:

“Uno ve esas vallas y piensa es en el cierre por más de siete años que vivimos en frontera. No nos traen buenos recuerdos. Para mí son sinónimo de retraso”.

Las líneas de taxis y mototaxis que hacen vida en esa calle, tampoco vieron con buenos ojos la reinstalación de las vallas, ya que le aportan más soledad a una vía que suele ser muy concurrida por los que cruzan la frontera en vehículo o a pie.

“Deberían evaluar las formas y las estrategias que están aplicando”, sugirió un taxista, quien prefirió no ser identificado. “Luchamos para que las quitaran y vuelven y nos las colocan”, lamentó desde las adyacencias a la avenida Venezuela.

Esos obstáculos de metal habían sido retirados tras la reapertura para el paso de vehículos por el puente internacional Simón Bolívar, el pasado 17 de febrero. Retornaron sin el agrado de la ciudadanía.