Murió una de las mujeres más longevas del Táchira: Ilda María Ramírez. Considerada una de las matronas de Palmira. Ella nació en un año bisiesto del siglo pasado, 1916, en la aldea El Pedregal del municipio Guásimos.

Ella  formó una gran familia y se le conocía como la Mami. Sus 106 integrantes repartidos en 4 generaciones conformando luego una familia extendida de 136 integrantes.

Siendo analfabeta, siempre fue estricta en la educación de sus 12 hijos, los cuales fueron formados con grandes valores y la ayuda de la ”verbena”, practicando su propia predica: ”El que trabaja prospera”.

Su esposo, Eloy Ruiz Álvarez, conocido como Papi, fue uno de los primeros comerciantes del pueblo. Estableció la bodega “Mis Recuerdos”, que hoy con nostalgia muchos traen a su mente.

Son muchos quienes aún tienen presente la  bodega ”Mis Recuerdos” porque allí compraron hallacas,  bollitos con corazón, de maíz,  dulces,  café con aguamiel y el calentado. Allí se vendía de todo y para los propios 34 nietos, 47 Bisnietos y 13 tataranietos; siendo allí, cuando se convirtió en ”Mami”, porque fue más que la abuela y la bisabuela.

Se encargó de tener una familia unida, su mayor legado. Su familia la recuerda alegre,  amigable, solidaria y colaboradora, ayudando al más necesitado.

Lavó y blanqueó la ropa sobre piedra con jabón de tierra, luego planchando al carbón, la cual sirvió para generar los ingresos de la familia en los años 1944 y siguientes, cuando atendía a los trabajadores de Cementos Táchira, mientras sus hijos y sus primeros nietos hacían las entregas de la comida que preparaba.

Recordar la casa de Mami es recordar el olor a leña y kerosene que se mantenía en su estufa el aguamiel caliente durante todo el día, la radio con su música andina completaban el ambiente y los recuerdos de aquella cocina, dicen hoy sus familiares con cariño y nostalgia.

Con sus 104 años la música se mantuvo al ritmo de las palmas y una enorme sonrisa, mientras sonaba ”Son las 4 de la mañana” y explotaba los globos al final de cada fiesta, Mami vio nacer a cada uno de los 106 descendientes, los acompañó en sus celebraciones. Sus días comenzaban y finalizaban en el nombre de Dios, dándole  gracias y orando al Padre nuestro, con quien está hoy, luego de su partida a los cielos, el 21 de abril de 2020 a las 958 rodeada de su familiares. * Escrito de la familia.

Doña Ilda, la Mami, vivió en dos siglo: el XX y parte del XXI y su familia debe sentirse satisfecha, porque pudo Confesar que Ha Vivido, como lo dijo Neruda.