Los gobiernos de Brasil y Argentina lanzaron la idea de avanzar hacia una moneda común, bautizada por el momento como «peso real», un proyecto de largo plazo en el que el Banco Central de Brasil negó estar trabajando de momento.
«El primer paso para el sueño de una moneda única ha sido dado. Como ocurrió con el euro en el pasado, puede ocurrir con el peso real aquí», declaró este viernes el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a la salida de su hotel en la capital argentina previo a su regreso a Brasil.
El ministro de Hacienda de Argentina, Nicolás Dujovne, confirmó que la idea de lograr la moneda única a futuro es compartida por ambos países y que fue abordada junto con su par brasileño, Pablo Guedes.
Después de las declaraciones de Bolsonaro, el Banco Central de Brasil lanzó un balde de agua fría al sostener en un comunicado que «no tiene proyectos o estudios en curso para una unión monetaria con Argentina. Hay solamente, como es natural en la relación entre aliados, diálogos sobre la estabilidad macroeconómica, así como debates acerca de la reducción de riesgos y vulnerabilidades y fortalecimiento institucional».
La idea de la moneda única, que ya fue lanzada a finales de los 90 para el Mercosur pero nunca concretada, fue citada el jueves en el marco de la primera visita oficial de Bolsonaro a Buenos Aires, donde permaneció casi 24 horas.
«Venimos conversando hace un tiempo al respecto con mi contraparte de Brasil, Paulo Guedes, y por ahora es una idea que compartimos», admitió Dujovne a radio Mitre.
Dujovne aclaró que se trata de una iniciativa «de largo plazo (que) requiere antes de una convergencia en muchos aspectos: fiscales, tributarios y laborales».
Para concretarse, el proyecto exige además la aprobación de los parlamentos de ambos países y la creación de un Banco Central supranacional.
«Un proyecto tan ambicioso debe ser debatido en ambos países y no tiene un plazo. Llevaría mucho tiempo porque antes hay que dar muchísimos pasos, pero el primero, que es converger en la necesidad de embarcarse en esto, ya ha sido dado», agregó el ministro argentino.
Los dos mayores socios del Mercosur están «expuestos a los mismos shocks externos, dependemos mucho de nuestras exportaciones de commodities y nuestras monedas se mueven con una correlación ante los eventos internacionales. Tener más estabilidad llevaría a más comercio, a más crecimiento y a bajar la inflación», argumentó.
La moneda argentina, valuada en 46,12 pesos por dólar, se depreció casi 59% desde enero 2018, mientras que el real brasileño, a 3,883 por dólar, perdió 15,46% en el mismo lapso. En 2018, la inflación argentina fue de 47,6% y la de Brasil 3,75%.
Daniel Artana, economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), estimó que «no están dadas las condiciones hoy para tener una moneda en común con Brasil».
«Si creáramos una moneda con Brasil, se acaba automáticamente la inflación, pero tendríamos muchos otros problemas», agregó Artana a radio Futurock.
– Acuerdos –
Antes de dejar Buenos Aires, Bolsonaro volvió a referirse a las elecciones presidenciales de octubre próximo en Argentina, para las que expresó su respaldo al presidente Mauricio Macri (derecha liberal), quien aspira a un segundo mandato.
«¡Con Argentina nos queremos! No queremos socialismo ni comunismo en la región», sostuvo el presidente brasileño, un exmilitar ultraderechista a su partida.
Bolsonaro realizó el jueves su primera visita oficial a Buenos Aires desde que asumió en enero. Allí tuvo su segunda reunión con Macri tras un encuentro en Brasilia a mediados de enero.
Ambos mandatarios ratificaron «la voluntad de fortalecer y modernizar el Mercosur».
Además convinieron en buscar «la inserción internacional del bloque a través de la modernización de su estructura arancelaria y de la conclusión de la negociación de los acuerdos comerciales en curso», entre ellos con la Unión Europea, el EFTA y Canadá, de acuerdo a la declaración conjunta dada a conocer el jueves. AFP