Basurero en calle de San Antonio
3 de diciembre de 2024
Autoridades calculan unos dos meses para poder moverlos todos de donde las fuertes corrientes de agua los dejó amontonados. Muchos pasarán a pérdida total
Humberto Contreras
Foto / El confidencial.com
Más de 100.000 carros, según los cálculos que se manejan actualmente, sería el total de vehículos que fueron afectados recientemente por la Dana y las riadas ocurrida en España, específicamente en Valencia, y sobre los cuales aún no hay decisiones, pues aparentemente se tardarán varios meses para limpiarse o para decidir qué hacer con ellos, aunque se estima que son muchos los que serán decretados como pérdida total.
De acuerdo con una nota publicada por el diario ABC de Madrid, abc.es, uno de los problemas que con ellos se afronta, es los vehículos, como los dejó la catástrofe, amontonados unos sobre otros, se han convertido en barreras que bloquean calles y carreteras, dificultando la llegada de los servicios de emergencia y la movilidad de los ciudadanos.
Todos los vehículos están prácticamente inutilizados por el lodo y los daños mecánicos que han sufrido, lo que supone que cada uno de ellos es un obstáculo de 1,5 toneladas aproximadamente, para ser movido, pues el retiro solo puede hacerse con grúa, si sus ruedas pueden moverse, y si no, hay que utilizar tractores y excavadoras. En la comunidad se estima que hay unas 100 grúas de provincia, pero otras empresas de regiones vecinas, se han acercado a brindar ayuda.
De modo que retirar de allí un auto, puede tardar media hora, por lo que se calcula que retirarlos todos, podría tomar entre treinta y sesenta días. De acuerdo con algunos conductores de grúas consultados por el diario español, la prioridad en el momento es llevar los coches que bloquean le paso, a lugares descampados, o estacionamientos grandes en las afueras de los municipios afectados.
Actualmente para las autoridades, la prioridad es encontrar los desaparecidos y abrir las vías de circulación. Antes de mover cualquier coche es esencial comprobar que no hay nadie en su interior.
Los seguros de vehículos
A efectos de los propietarios de los carros afectados, por la Dana, las autoridades averiguan qué tipo de póliza de seguro tiene cada uno. Una vez los vehículos se hayan rescatado ý colocado en lugares donde no obstaculicen, se procederá a identificarlos y contactar con el propietario. Es importante averiguar constatar qué tipo de póliza tiene cada vehículo, porque, según se dice, si cuenta con la cobertura total es posible que pueda recibir indemnización.
El propietario tendrá que acudir a su aseguradora para que se evalúen los daños. Al haber sufrido una inundación y haberse retirado con grúa o excavadora, lo más posible es que este sea declarado como siniestro total, lo cual implica que se llevará al desguazadero, pero en algunos casos que el daño sea menor se podrá reparar en un taller.
Aunque las compañías de seguros no suelen cubrir los daños generados por inundaciones o cualquier otro desastre natural, esta posibilidad se abre, si el Gobierno declara como catastrófica por circunstancias excepcionales la zona afectada. Pero aún no está definida la situación.
¿Qué es una DANA?
El fenómeno meteorológico que afectó a la Comunidad de Valencia en España, y que hasta ahora contabiliza 212 personas muertas, recibe el nombre de DANA, que es el acrónimo, o siglas, de “Depresión Aislada en Niveles Altos”. Una DANA es un sistema de baja presión, o depresión, en los niveles altos de la atmósfera, que se ha separado totalmente de la circulación general de la atmósfera. Es un fenómeno que aparece en el hemisferio norte.
Estas depresiones en niveles altos pueden permanecer separadas de la circulación general durante días y presentan trayectorias erráticas, pudiendo llegar a ser retrógradas, con movimiento de este a oeste.
Estas situaciones de DANA son potencialmente peligrosas sobre todo a finales del verano y el otoño en la zona mediterránea, cuando la temperatura superficial del agua del mar es elevada, lo que favorece mayores desarrollos nubosos, y que puede dar lugar a lluvias más fuertes que, en ocasiones, provocan inundaciones, tal como ocurrió.
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