El opositor venezolano Edmundo González Urrutia, que vive asilado en España, subrayó este viernes que está comprometido a trabajar para que nunca más ningún compatriota tenga que huir de Venezuela para sobrevivir: “Yo también soy refugiado. Y sé que marcharse duele”, escribió en la red X.

En el Día Mundial del Refugiado, González Urrutia volvió a denunciar que la migración “forzada” de venezolanos es la “mayor crisis de desplazamiento” en la historia reciente de América Latina y “una de las más grandes del mundo”.

“Millones de compatriotas -describió- han tenido que dejar atrás su hogar, su familia, sus sueños… no por elección. Detrás de cada número hay una historia. Un padre que cruzó fronteras para alimentar a sus hijos. Una madre que camina kilómetros con sus hijos en brazos. Jóvenes que dejan su país sin saber si podrán regresar”.

Añadió que el Día Mundial del Refugiado se estableció para recordar que es un derecho vivir en paz, buscar protección y ser recibido con dignidad cuando se huye del miedo, la guerra o la persecución.

González Urrutia se exilió en España en septiembre de 2024, después de presentarse a las elecciones presidenciales venezolanas de julio como candidato del principal bloque opositor a Nicolás Maduro.

El resultado oficial dio ganador a Maduro para un nuevo mandato, pero la oposición denunció un “gran fraude electoral” y muchos países reconocieron a González Urrutia “presidente electo”.

Finalmente, el candidato opositor viajó a Madrid el 8 de septiembre para evitar ser detenido.

La justicia de Venezuela había ordenado la detención del opositor después de que desatendiera tres citaciones de la Fiscalía, que lo acusaba de varios delitos por la publicación de unas actas de votación en internet que le darían la victoria.

El 20 de diciembre, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, confirmó que el Gobierno le había concedido el estatuto de asilo que había solicitado después de llegar a España. EFE