Osnery Prieto Urdaneta había llegado hace más de un año desde su natal Venezuela. Se alojó con su familia en la calle Andrómeda 819, en la urbanización La Campiña, en donde también conoció a otros compatriotas que llegaron a Lima para trabajar y ayudar a sus familiares que se quedaron en su país.

Entre ese grupo de connacionales encontró a Rayme Rojas Marcano, quien casi de inmediato la empezó a acosar. Esta situación se tornó insoportable desde marzo, cuando empezó la cuarentena.

Ella no lo denunció y creyó que, ignorándolo, él iba a dejar de hostigarla, pero fue peor. La madrugada de ayer, él se metió a la habitación de la joven, en el tercer piso, y la degolló con un cuchillo.

Vivió bajo el asedio

El asesino se dirigió luego a la azotea y se quitó la vida ahorcándose con un pedazo de cortina. El terrorífico hecho fue descubierto a las 6:30 de la mañana deayer por algunas mujeres que subieron a la azotea a tender ropa, quienes vieron a Rojas, inquilino de una habitación del cuarto piso, colgado.

Su cuerpo estaba suspendido en la parte externa del predio. Un pariente de la mujer indicó a las autoridades que ella vivía con el feminicida y tenían una relación conflictiva, pero sus amigos refirieron que era acosada por él.

“Ella nos contó que él la acosaba, que no la dejaba tranquila y se aprovechaba de que ambos vivían en el mismo lugar”, dijeron.

 

Vía Ojo.pe