Dos expresidentes peruanos vinculados a presuntos actos de corrupción con Odebrecht se vieron afectados en las últimas horas; Alan García, se disparó este miércoles en la cabeza para no ser detenido, mientras que Pedro Pablo Kuczynski fue hospitalizado la noche del martes por una descompensación vinculada a dolencias cardíacas.
La muerte de García se generó este miércoles luego de que lo intervinieran en un hospital por haberse disparado en la cabeza para que las autoridades no lo detuvieran por el caso Odebrecht.

García se disparó en la zona parietal izquierda y con salida de proyectil por la zona parietal derecha.

El Ministerio de Salud peruano había informado que el estado de salud de García era “muy grave” y que había necesitado reanimación tras sufrir tres paros cardio-respiratorios mientras lo operaban.

Sin embargo, los intentos por salvarle la vida fueron en vano tras la gravedad del traumatismo craneoencefálico.

La Justicia peruana había oficializado una orden de prisión preliminar de 10 días, pero al acudir a su residencia el exmandatario decidió dispararse.

El corazón Kuczynski afectado por Odebrecht

Por su parte, al expresidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, lo ingresaron en una clínica la noche del martes tras descompensarse por su alteración cardíaca, informó el congresista Gilbert Violeta.

“Ha sido trasladado por personal policial porque ha sufrido una suerte de descompensación, una alteración cardíaca y a efectos de poder ser monitoreado y ser controlado, y por seguridad además”, declaró Violeta a la emisora RPP Noticias.

Añadió que el exgobernante será sometido a una evaluación de su salud “y los médicos tendrán que dar las orientaciones necesarias”.

Según Violeta, Kuczynski sufrió el “impacto” de la decisión judicial de ratificar la detención preliminar de diez días que se dictó en su contra el pasado miércoles en una investigación que se le sigue por presunta corrupción vinculada con el caso Odebrecht, reseñó la agencia internacional de noticias EFE.

Añadió que Kuczynski “el problema cardíaco que tiene lo arrastra desde hace tiempo, pero situaciones como la que está viviendo alteran la presión de un hombre mayor de 80 años”.