Una misión científica china arribó a Lima el miércoles, trayendo un lote de vacunas contra el covid-19 que en fase de prueba se inyectará a 6.000 voluntarios peruanos, a partir de la semana entrante, informó el gobierno.

 

El canciller peruano, Mario López, la ministra peruana de Salud, Pilar Mazzetti, y el embajador chino en Lima, Liang Yu, recibieron en el aeropuerto a la misión que coordinará los ensayos clínicos de la vacuna, elaborada por el grupo chino Sinopharm.

“El embajador y el pueblo chino han estado con nosotros desde el inicio, porque solamente estando juntos vamos a poder resistir, y juntos también en investigación”, dijo a la prensa la ministra Mazzetti en el aeropuerto internacional Jorge Chávez.

Los 6.000 voluntarios, que deberán tener entre 18 y 75 años y no haber contraído el nuevo coronavirus, son reclutados por las universidades Cayetano Heredia y San Marcos, que apoyan la investigación china en Perú.

Los reclutadores peruanos recibieron más de 9.000 solicitudes de voluntarios.

La aplicación de la vacuna del grupo Sinopharm será una inyección intramuscular, en el brazo.

Según los investigadores peruanos a cargo de los ensayos clínicos, se inocularán de manera aleatoria dos cepas del virus y un placebo a los voluntarios.

Los participantes serán divididos en tres grupos de 2.000 personas. Uno recibirá la cepa de Wuhan, otro la de Pekín y el tercero, un placebo, según los investigadores.

Las pruebas se inician el 8 de septiembre con un grupo inicial de 3.000 voluntarios.

El rector de la Universidad de San Marcos, Orestes Cachay, dijo hace una semana que “el equipo técnico de China lo integran 38 personas, quienes van a implementar la parte operativa” del proyecto.

Se estima que el experimento en Perú podría acabar en diciembre.

El presidente peruano, Martín Vizcarra, había anunciado a mediados de agosto que su gobierno estaba gestionando la participación en ensayos clínicos de laboratorios de China, Reino Unido, Estados Unidos y Alemania, que se encuentran en la fase 3 de la vacuna (etapa en que se prueban en seres humanos).

Pero en relación a su población, es el país más enlutado del mundo, con 90,48 muertes por cada 100.000 habitantes, según el ránking de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos.

AFP-