El dueño de un local comercial en Lo Espejo, Santiago, decidió tomar la justicia por su cuenta cuando un grupo de delincuentes entró a robar en su negocio. Entre ellos se encontraba un ciudadano venezolano, identificado como Erick Marchant, quien ingresó al país de manera irregular.

El comerciante, haciendo uso de su arma debidamente inscrita, disparó dos veces, impactando uno de los proyectiles en la cabeza del delincuente, lo que provocó la huida del resto de los asaltantes.

Marchant fue trasladado de urgencia a un centro asistencial donde se encuentra en estado grave y en riesgo vital. Según fuentes policiales, en caso de recuperarse, será formalizado por los delitos de robo, robo con intimidación y homicidio frustrado.

El suceso ha generado una gran conmoción en la opinión pública, debido a que el delincuente herido es de origen venezolano. La prensa chilena ha hecho especial énfasis en este detalle, señalando que el incidente evidencia el aumento de la delincuencia en el país y la necesidad de tomar medidas más efectivas para combatirla.

El comerciante, por su parte, se ha mostrado muy afectado por lo sucedido. En declaraciones a medios locales, manifestó que se vio amenazado y que no tuvo otra opción que defenderse. “Vivimos encarcelados y nadie hace nada”, dijo, refiriéndose a la sensación de inseguridad que se vive en el país.

El Ministerio Público ya está investigando el caso, mientras que la opinión pública sigue debatiendo sobre la legalidad de las acciones del comerciante y la responsabilidad que tiene el Estado en garantizar la seguridad de sus ciudadanos.

Redacción web