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Internacional
Yihadistas atacaron canal de televisión en Kabul y dejaron al menos 5 muertos
7 de noviembre de 2017
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Un comando terrorista del autodenominado Estado Islámico compuesto «por al menos tres atacantes», según la policía afgana, y armado con «granadas y fusiles de asalto», ha atacado este martes el edificio del canal de televisión Shamshad TV en Kabul, matando a «entre tres y cinco personas, así como hay muchos heridos», hasta 20, según ha informado el portavoz de la policía, Basir Mujahid, quien no ha descartado que el número de víctimas aumente en las próximas horas.
El grupo terrorista ha hecho público un comunicado a través de la agencia de noticias Amaq, afín a los yihadistas, en el que han asegurado que «el ataque ha matado a 20 miembros de las fuerzas de seguridad afganas», a pesar de que no han aportado ninguna prueba sobre su autoría como los retratos de los atacantes, una práctica común después de los ataques que el grupo lleva a cabo en Afganistán. Por otro lado, «los terroristas han inflando el número de víctimas, cosa que es una estrategia propagandística típica de los miembros del IS operando en el país», según han indicado fuentes del Ministerio de Defensa, publicó El Mundo de España.
El ataque y la posterior batalla campal en las instalaciones de la televisión ha comenzado sobre las 10.30 de la mañana, hora local, cuando «un terrorista ha lanzado una granada contra los guardias apostados en la puerta del canal de televisión», según han informado testigos recogidos por EL MUNDO en el lugar de los hechos, y «al menos dos hombres armados más han entrado en el edificio y han comenzado a abrir fuego contra los trabajadores».
«Vi a los atacantes en las cámaras de seguridad cuando entraron en el edificio. Primero dispararon contra el guardia, luego entraron lanzando granadas y abriendo fuego contra todo el personal», ha afirmado el reportero de Shamshad TV Faisal Zaland, quien ha asegurado a AFP que escapó por una puerta en la parte posterior del edificio.
Por su parte, el jefe policial de Kabul también ha confirmado que han sido tres los atacantes y que éstos han combatido contra las fuerzas de seguridad afganasdurante tres horas, en las que se han escuchado el intenso traquetear de los fusiles en el interior del edificio del canal privado -que cuenta con más de 100 empleados y es una de las televisiones de referencia de la mayoría Pastún en Afganistán-. Seguidamente, dos explosiones más han sacudido a la capital, siendo la última de ellas la más fuerte, con una onda expansiva que ha hecho zozobrar los edificios adyacentes.
A pesar de que los agentes de la policía acordonando los accesos al canal de televisión han asegurado que la última explosión puede haber sido «el acto desesperado de uno de los atacantes detonando un chaleco explosivo», otros testigos presenciales consultados por EL MUNDO han descartado esta opción asegurando que «los guardias han matado al primer atacante, mientras los otros han conseguido entrar, disparar y luchar contra la policía con granadas y fusiles AK47», con lo que no está claro que la última explosión haya sido causada por un chaleco explosivo.
La prensa, objetivo terrorista
El redactor en jefe de Shamshad TV, Abed Ehsas, quien se encontraba en el interior del edificio durante el atentado, ha explicado que «estaba en mi oficina cuando los atacantes han entrado vestidos con uniformes de la policía afgana y, inmediatamente, han abierto fuego indiscriminadamente contra los periodistas que estaban trabajando en la redacción». Afortunadamente, «la mayoría ha conseguido escapar a tiempo saltando por las ventanas».
Ehsas también ha asegurado que «al menos dos trabajadores han muerto y varios más han resultado heridos», así como uno de los guardias armados apostado en la entrada también ha fallecido y otros tres han resultado heridos. «Les han lanzado granadas y entonces la confrontación ha empezado, mientras los otros atacantes han accedido al edificio», ha añadido.
En Afganistán, ejercer el periodismo es una profesión de alto riesgo. Los informadores afganos son, a menudo, el objetivo de los más de 20 grupos terroristas operando en el país, los cuales están en contra de la libertad de prensa, así como sufren, a diario, las presiones y los ataques de los sectores más conservadores del Gobierno de Kabul.
El redactor en jefe de Shamshad TV ha explicado que «este tipo de ataques tienen como objetivo acallar a los medios de comunicación, pero no tendrán éxito porque no podrán prevenir que los periodistas hagan su trabajo haciendo llegar sus historias a la población». Por ello, Ehsas ha denunciado que este atentado «no es el primero ni será el último contra un medio de comunicación en Afganistán», aunque esto «no silenciará la voz del pueblo y de los medios», a pesar de que «la amenaza contra los periodistas afganos sigue muy presente».
Por su parte, el portavoz de los talibán, Zabiullah Mujahid, ha realizado un comunicado a través de las redes sociales pocos minutos después del principio del atentado, en el que ha asegurado que el grupo terrorista «no tienen nada que ver con el ataque», desmarcándose así de esta nueva sangría en la capital afgana. Sin embargo, los talibán estuvieron detrás del ataque, el año pasado, contra un autobús del canal de noticias TOLONews en el que mataron a 13 periodistas a los que acusaron de «diseminar la propaganda del enemigo», según declaró el portavoz.
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