Kike Uzcátegui, actor tachirense en la carrera por la internacionalización
6 de mayo de 2024
Humberto Contreras
En todos los países se reactiva la función del transporte como medio de recuperación de la economía. En Venezuela, más bien se está envejeciendo el parque automotor, por falta de repuestos y de reposición de unidades.
Estamos planteando que con urgencia se revise la necesidad de reactivar la función del transporte en Venezuela, que ya es muy preocupante, porque lamentablemente, parece que no se ha tomado en cuenta la importancia de este sector para la movilización y reactivación económica del país.
Germán Duarte, dirigente tachirense secretario general de la Federación Venezolana de Transporte, y actualmente encargado de la Presidencia de ese organismo, señala que “estamos interesados en que se reactive la función social del transporte, como está pasando ahora en todos los demás países del mundo, porque el transporte en sus diversas modalidades, no solamente sirve para la movilidad de personas, sino que también mueve la producción de un país, sobre todo lo que es alimentos, algo que nos está preocupando tanto en estos momentos.
Sobre esa base, dice Duarte, planteamos entonces que, con la aplicación y respeto de todas las normas de bioseguridad dispuestas oficialmente, se reactive el transporte corto, como ocurre en Colombia, es decir, el transporte interurbano corto y el suburbano largo, para que haya mayor movilización de carga y de personas, y se reactive la generación de empleo, que es algo fundamental para nosotros como país, porque en Venezuela, 96% de toda su producción económica, se moviliza sobre ruedas.
Previsión de combustible
De todas formas, agrega el dirigente sindical, el Estado debe ser muy consciente de la situación, porque hay que planificar también la posibilidad real de suministro del combustible para que se establezca la movilidad mínima necesaria, y para que no haya un gasto innecesario del mismo, en estos momentos en que están paralizadas las plantas que lo producen.
Sabemos que lamentablemente, por la falta de mantenimiento, que nos ha llevado a la aplicación de aquél dicho popular de que “no se debe poner remiendo nuevo en trapo viejo” pues eso es lo que está pasando en la industria de la refinación, ya que pretender reparar con equipos nuevos esas plantas detenidas, deterioradas, es lo que está produciendo accidentes y cierre de las mismas, señala Duarte.
–Queremos que el transporte sea tomado en cuenta en todas sus modalidades, porque incluso hay el llamado transporte de finca, que es interno de las unidades de producción agrícola, y que es necesario para el mantenimiento de las siembras, y la recolección y movilización de los productos cosechados, así como para y el personal obrero, básicamente en el sector de alimentos.
Igualmente, añade Germán Duarte, el transporte pesado o de carga, que es básico para el traslado masivo de alimentos desde los centros de producción hasta los centros de comercialización y de consumo, su paralización va a llevar a la escasez de alimentos en muchas poblaciones del país, que va a poner en riesgo la vida de los venezolanos.
Aparte de eso, explica, se trata de la movilización de productos de la agroindustria, así como de otras industrias, que son vitales para el desarrollo de la vida y de la economía del país.
El mantenimiento:
Por supuesto que la situación del transporte en cuanto al aspecto inherente al mantenimiento de las unidades, es también bastante delicada, reitera el encargado de la presidencia de la Federación de Transporte, porque no se está importando los rubros necesarios para el mantenimiento de las unidades, y muchas se están parando, consecuencia de la falta de repuestos y partes. Y esto, aunado a los otros elementos, incide en los riesgos de paralización del transporte.
Algo muy importante, es que simultáneamente, se está dando el envejecimiento del parque automotor nacional, porque no hay reposición de unidades, ya que no hay oferta, pues las empresas ensambladoras, están paradas.
Tampoco hay importación de unidades, agrega, salvo algunas que tenía el gobierno acumuladas, porque no las había distribuido, y que últimamente se han asignado a algún as personas, o a las líneas Trans en los estados (como TransTáchira, por ejemplo), pero no se está previendo la renovación natural y necesaria del parque automotor nacional.
Por lo tanto, sintetiza Duarte, la caducidad de la flota tanto la particular como la correspondiente al transporte de carga o de pasajeros, va a llevar también a una grave situación a la hora de reactivar nuestra economía porque, necesariamente, tendrá que hacerse, dado que el país tendrá que volver, innegablemente, al camino del desarrollo y del progreso.
Pasajes
La situación de las tarifas del transporte de pasajeros, es otra cosa sumamente delicada. Los pasajes a nivel internacional están por encima de un dólar el pasaje urbano o corto, en cualquier país del mundo con un buen servicio de transporte. Pero nosotros nos podemos comparar con algunas ciudades de Colombia, como Cúcuta, por ejemplo, donde el pasaje urbano cuesta 1800 pesos, equivalente a unos 60 centavos de dólar, que sería como para sobrevivir el transporte urbano en Venezuela.
Sin embargo, ese precio significa para nosotros, 180 mil bolívares. Pero aún, si lo calculamos a la mitad de ese valor, serían 30 centavos de dólar, equivalente a 90 mil o cien mil bolívares, algo así como para poder mantener operativas las unidades, y asegurar el sustento de dos familias, que generalmente dependen de una unidad, más la mantención de las organizaciones, el personal, etc., es decir, lo que es el servicio de transporte.
Pero eso es imposible lograrlo, porque tenemos una economía que, si bien es cierto, lo primero es la producción y la movilización, también es cierto que una de las bases fundamentales para que la gente tenga buena calidad de vida, es el salario, que aquí no permite dolarizar las tarifas, como sí se han dolarizado otras áreas, para poder mantener un buen servicio de transporte corto.
Eso significa que el transporte va a ir desapareciendo de forma paulatina acelerada, porque si ahora no se pueden reponer partes costosas como cauchos, frenos, motores, etc., el servicio se va a ir paralizando, porque la gente va a estar trabajando solo para su subsistencia, para su alimentación, y no para afrontar los costos de mantener sus unidades operativas, acondicionadas, para dar un buen servicio a la comunidad.
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