Las aguas corren por las calles 13, 14 y 15 del sector La Croquera, desde octubre del 2024, y pese a los reclamos de la comunidad el problema sigue vigente

Tres meses tienen los habitantes del sector La Croquera, parroquia Libertador, Palo Negro, municipio Libertador, estado Aragua, viviendo entre aguas putrefactas que emanan de las tanquillas de aguas servidas de esa comunidad.

De acuerdo a Karina Cermeño, habitante de dicha comunidad, desde octubre del 2024 comenzó el bote de aguas servidas, más específicamente por las calles 13,14 y 15, ocasionando olores fétidos que contaminan el ambiente y que «ya comienzan a causar problemas en las vías respiratorias en la población infantil y adultos mayores».

También, según Cermeño, el constante bote de agua mantiene humedecidas las calles y calzadas, lo que las hace resbaladizas y constituye un peligro para los transeúntes, «algunos de los cuales ya se han caído», comenta.

La vecina sostiene que hay alrededor de 30 a 50 familias afectadas acudieron a la alcaldía para exponer la situación; no obstante, la respuesta que han recibido es que «el municipio tiene un plan de acción para resolver esos problemas por etapas, por zonas , que van por partes porque todo el municipio tiene problemas de aguas negras».

De acuedo con la Organización Panamericana de Salud (OPS) y distintas organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el tratamientos del agua, indican que las aguas residuales pueden tener consecuencias en la salud humana y el medio ambiente, tales como la transmisión de enfermedades como el cólera, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.

También molestias en la nariz, la garganta y los ojos al inhalar sulfuro de hidrógeno. Efectos en el desarrollo de los niños si se exponen a nitratos en edades tempranas porque las aguas residuales están compuestas de sustancias orgánicas y minerales que provienen de la materia fecal y otros desechos. Si no se procesan correctamente, pueden contaminar el agua, el aire y el suelo.