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26 de julio de 2024
El Gobierno está la disyuntiva de continuar con su política de precarización salarial, o facilitar la recuperación del salario para reactivar el aparato económico.
Humberto Contreras
Todos los trabajadores venezolanos esperan un aumento salarial que compense un poco la extrema debilidad del monto actual, ya con dos años de vigencia. Sin embargo, no hay indicios que permitan vislumbrar con un mínimo de seguridad la posibilidad de un aumento, aunque todos los indicios potencien la necesidad de que se adopte la decisión de parte de la Presidencia de la República.
Para tener una idea de esta realidad, conversamos con el economista tachirense Dilio Hernández, director del Centro de Investigación y Análisis Prospectivo (CIAP), quien nos dio su versión sobre lo que está sobre la mesa de las decisiones:
“Como ha sido tradicional en los últimos años, el próximo 1° de mayo los trabajadores venezolanos esperan un incremento salarial que compense la pérdida del valor del salario producto de las altas tasas de inflación y de devaluación que han caracterizado la economía”.
Se estima, agrega Hernández, que entre 2014-2023 el salario ha perdido más de 95 % de su valor comparado con el último aumento decretado, y que aún, oficialmente, está vigente, el cual ocurrió en marzo de 2022.
En ese entonces, recuerda, el sueldo mínimo se fijó en 130 bolívares, equivalente a unos 30 dólares mensuales a tasa oficial. Hoy, tras la abrupta devaluación del bolívar escasamente equivale a 3,60 dólares, cifra que representa apenas 0,72 % de la canasta alimenticia para una familia de 5 personas y 3,6 % del requerimiento mensual de un trabajador para alimentarse durante un mes.
–Hoy, el salario mínimo en Venezuela se compara solo con el que devengan trabajadores en países africanos como Burundi, 2 dólares/mes; Uganda, 2 dólares/mes, y Ruanda, 3 dólares/mes. Este retraso de más de dos años del incremento salarial contradice lo establecido en el Art. 91 de la CRBV sobre el salario mínimo y salario suficiente además del Art. 129 de la LOT que establece el ajuste anual del salario mínimo.
Lo que se esperaba para 2024
La mayoría de los economistas del país, señala el experto, estimaron que en 2024 se podría esperar uno o dos aumentos salariales, dadas las expectativas de crecimiento económico asociado al levantamiento de las sanciones internacionales sobre la industria petrolera y minera del país, en una primera fase, hasta abril de 2024, y la otra, hasta diciembre, si se cumplían los acuerdos políticos de Barbados.
En el primer caso significaría unos 5.000 millones de dólares adicionales a las exportaciones regulares de 2023 y de unos 10.000 millones de dólares en el segundo caso, con lo cual se podrían cubrir los gastos de incrementos salariales sin mayores dificultades.
–Bajo estos escenarios -dice el economista-, se esperaba que el 1° de mayo era factible elevar el salario mínimo a entre 400 y 500 Bs, o sea, entre 15 y 20 $, manteniendo los bonos, para realizar el segundo incremento a final de año, que sería entre 30 y 50 dólares. Este incremento representaría cerca de 1.428 % en relación al actual salario mínimo.
Hernández, quien es también profesor universitario, dice que el sector sindical ha venido insistiendo que el salario mínimo debe ser llevado a 200 dólares este mismo año, en dos tramos: el primer tramo, a 50 dólares en mayo y el segundo a finales de año, equivalente a 50 dólares más. Este incremento representa cerca de 2.777 % con relación al salario actual.
El sector empresarial, representado en Fedeindustria, ha propuesto llevar el salario mínimo en este mismo año a 1.200 bolívares, es decir, unos 34 dólares/mes, lo cual también se haría en dos partes: 600 bolívares el 1° de mayo, cerca de 17 dólares (al precio de hoy), y a 1.200 en noviembre, para unos 34 dólares/mes. La propuesta incluye una tercera parte, para 2025, que llevaría el mínimo a 1.855 bolívares, equivalente en total, a 50 dólares/mes.
El Gobierno debe escoger
—En síntesis -concluye Dilio Hernández-, podemos afirmar que hay expectativas y consenso de la necesidad de un aumento salarial en diferentes sectores del país, técnicos, empresarios y trabajadores. Solo queda el Gobierno en la disyuntiva de elegir entre dos opciones: Continuar con la actual política económica sustentada en la precarización del salario de los trabajadores para contener la inflación y mantener la sobrevaluación del bolívar frente al dólar, restringiendo el consumo, el crédito bancario y la contracción de la economía. O dar un viraje que permita la recuperación del salario, expansión de la demanda y el crédito bancario, para la reactivación del aparato productivo y el crecimiento económico.
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