La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) entregó el 10 de mayo el Premio a los Derechos Humanos 2024 a la ONG venezolana Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) por «su valentía en investigar violaciones» a los derechos fundamentales en el país.
«A pesar de continuos retos y ataques, Provea ha servido como un faro de esperanza para el pueblo de Venezuela desde su fundación en 1988. Provea aboga por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, esforzándose por construir una sociedad democrática basada en el pluralismo, la solidaridad y la participación», dijo la institución norteamericana, agregando que la ONG mantiene un «apoyo a las víctimas» constante.
El equipo de Provea, representado por Lissette González y Marino Alvarado, recibió el galardón junto a los familiares de personas desaparecidas de Guanajuato, en México, y el senador del Congreso de los Estados Unidos Patrick Leahy.
«En Venezuela, junto a la pobreza, la impunidad es la mayor violación de derechos humanos, como lo advertimos en nuestro más reciente informe anual», dijo Alvarado durante su discurso de ceremonia.
«Pero no todo es sufrimiento, hay otro rostro de nuestro país y su gente: hay resistencia, se respira esperanza de cambio. Hoy con la frente en alto distintos sectores se movilizan para reclamar sus derechos, para exigir democracia», agregó González al discurso.
De acuerdo a Provea, solo entre 2013 y 2023 —durante el mandato del gobierno de Nicolás Maduro— se registraron 43.003 víctimas de violaciones a la integridad personal y 8 de cada 10 venezolanos no tienen ingresos suficientes para adquirir la cesta básica.
En la actualidad, la Universidad Católica Andrés Bello reconoce que cerca de 4,7 millones de venezolanos se dedican al autoempleo para subsistir a las trabas sociopolíticas y económicas.