EXISTE UN REFRÁN que reza: “No juzgue mal un año hasta que no llegue diciembre”. Lo cierto es que entramos al último trimestre de este 2021, en donde ha continuado la pandemia que castiga al mundo; nos encontramos enfrentando la tercera reconversión monetaria que acaba de anular seis ceros a la moneda y, por si fuera poco, seguimos a la expectativa de la tercera cita, esta vez en México, en donde el oficialismo y la oposición se sientan en la llamada Mesa de Diálogo para buscar salidas a la crisis nacional…OTRO ADAGIO popular nos señala: “Quien no te responde, ya te contestó”, aunque lo lógico, lo razonable, es que se cumpla aquello que se espera, pues seguimos en un mar de promesas, de parte y parte, de señales de buena voluntad por ambos lados, pero ese queso que saboreábamos hace dos décadas no se encuentra en la tostada…ESTAMOS a las puertas de diciembre, el mes de la Navidad, del amor en familia, de la cordialidad en el hogar, de la hermandad entre los seres humanos, y no sabemos si saldrá con bien de la probeta el borrador de ceros que aspira a hacer milagros, si emergerá humo blanco de las reuniones en el país azteca y, por último, si se enderezarán nuestros ingresos y podremos soñar con un porvenir mejor…PERO COMO no hay que contar los pollos sin antes tener los huevos, seguiremos en la espera, en el turno al bate, para saber, primero, cómo será el comportamiento de la ciudadanía frente a las elecciones regionales del 21 de noviembre, que creemos pudieran ser el punto de partida para poder reseñar un mes después el balance de este 2021, en donde poco o nada se cree en los políticos que están en la palestra, en donde además da la impresión que la palabra “unidad” ha sido borrada del diccionario de la oposición, lo que reduce las esperanzas de un pueblo cuyos hijos, amigos y conocidos aumentan en un éxodo que jamás se hubiese pensado iba a entristecer la mesa navideña que reunía a la familia con el sabroso condumio, en donde no podía faltar la sabrosa hallaca, el pernil de cochino y sobre todo, los mejores propósitos para el año que vendrá…NOS ENCONTRAMOS, pues, en el umbral del fin de estos doce meses, pues los días corren a una velocidad impresionante, escuchando más de lo mismo, con los mismos personajes, y con las palabras ya manidas, que no sabemos cuándo pararán, pues de que hay ingenio para mantenerlas, lo hay, sobre todo cuando de elecciones se trata, dichas por los mismos personajes que se creen jamás envejecer por más que sus ideas están ya más obsoletas y periclitadas de lo que se pueda sostener. Repetimos: Lo razonable es que se cumpla aquello que se espera. Sí señor.
…….
Y ESTO, es todo por hoy
……
MENTIRAS universales:
“Conmigo no perderás el voto”
……
DIOS los bendiga…¿Saben?
VÍCTOR MATOS