¡QUÉ BONITA NAVIDAD! en donde esta fecha se está convirtiendo en una tragedia para surtirse de gasolina con usuarios que tienen que pernoctar dentro de sus vehículos por más de 24 horas, en donde se sigue con la implementación del “pote” para poder obtener el combustible previo pago de miles de bolívares, y por si fuera poco, con la ciudad paralizada ante esta desesperante situación… LA INCOMPETENCIA, desfachatez de las autoridades de PDVSA que ese pasado martes 19 ante el colapso en que se encontraba el Táchira, su flamante presidente Manuel Quevedo se reunía en Caracas para “evaluar” la situación, en lugar de enfrentar la crisis y declarar que no hay capacidad de producción de este derivado del petróleo para atender normalmente al país… EL CAOS SE SEMBRÓ en una San Cristóbal castigada desde hace años por el Gobierno nacional, desabastecida en gasolina, en carnes, en medicinas, en artículos indispensables para la dieta diaria, precisamente cuando la familia se dispone a pasar una Nochebuena que será de brinco y espanto al ver que no se tiene lo indispensable para llevar a la mesa la tradicional hallaca, el celebrado pan de jamón, el pernil de cochino y la ensalada de gallina que integran este plato tan venezolano como el que más… O ENTENDEMOS el por qué tanto desprecio por esta porción de la patria, tanta humillación en contra de sus habitantes, como si nos hubiesen caído todas las desgracias encima, que culmina con un año despreciable a nivel económico, doloroso por sus malos servicios públicos y lamentable a niveles jamás visto, como el que se experimenta con el sector automotor en donde no solo padecen los conductores de vehículos sino los dueños de buses y busetas que no pueden ofrecer su normal atención al pueblo en general… LA PARÁLISIS que vivimos el pasado martes, sembró en la desolación de las calles y avenidas de la ciudad, tomadas por quienes protestaban por la situación que impidió no solo acudir de buena forma a los centros de trabajo, sino a los compromisos sociales que por estos días prenavideños se presentan… Y ESTO QUE YA recibimos el alerta por los medios de la red social que las pocas gandolas que arribaron ayer para medio paliar las necesidades internas, no volverían hasta dentro de una semana, por lo que recomendaban ahorrar lo mayormente posible el uso vehicular para que el Año Nuevo no nos sorprenda haciendo colas tan inmensas que parecía que estábamos viviendo en otros países en donde las hambrunas, la inmigración, el peligro, obligan a los pueblos a sortear a pie sus calamidades. De esta manera vamos a cerrar un mal año, aunque desde ya se vaticina que el venidero será peor no solo en uno sino en todos los aspectos como para acabar con nuestras esperanzas futuras.
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Y ESTO, es todo por hoy.
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MENTIRAS Universales:
“Tengo combustible para unas diez visitas navideñas”.
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DIOS los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS