Presidente Maduro instala comando de campaña «Venezuela Nuestra»
17 de mayo de 2024
Eduardo Marapacuto
En los intrincados laberintos de las sociedades del mundo se sabe cómo actúan y como gobierna la derecha que se escuda en las democracias para aplastar todos los derechos de los ciudadanos y para nada le importa el sufrimiento, el dolor, la pobreza y la miseria de la gente. Para los representantes de los representantes de los intereses de la derecha, en todas sus manifestaciones perversas, sus privilegios están por encima de cualquier derecho de la población, porque se creen –en su ego perverso- que están por encima de todos y representan la casta elegida para andar y desandar. Aparecen como fantasmas que prometen acabar con los malos espíritus y arremeten con todas las fuerzas del mal contra los pueblos y lo peor de todo, es que no sienten ningún tipo de remordimiento.
En el caso de Argentina, el gobierno tibio de Alberto Fernández no quiso meterse en aguas profundas para no afectar los intereses de esa derecha, la cual aprovechó esa debilidad extrema del gobierno de Fernández para colarse entre esas indecisiones y colocar un discurso que manipuló la conciencia de una parte de ese pueblo que, al final terminó respaldando con su voto las promesas de un orate que, motosierra en mano, prometió acabar con la casta política, cuando en verdad él forma parte de la peor casta política de la extrema derecha; esa que no quiere ni a su madre ni a su padre, tal es el caso del nuevo presidente de Argentina, quien al parecer siente un profundo desprecio por sus padres. Entonces, es la propia locura que un tipo que no quiere ni a su madre, venga a dar muestras de amor por los argentinos y las argentinas. El sólo quiere a sus perros.
Por eso no sorprende para nada las decisiones que empezó a tomar el nuevo presidente de Argentina desde el primer día de su gobierno. Los ruidos de la motosierra despertaron el sueño de los argentinos que con la derecha se vive mejor, porque roban y dejan robar; tal como lo decían en Venezuela con los gobiernos adecos y copeyanos en aquellos tiempos del puntofijismo. Lo cierto es que empezó el periodo de gobierno de la extrema derecha donde el ensayo será de muerte y terror, donde un tipo arremete contra el Estado, contra la democracia, contra todas las instituciones del Estado, contra el pueblo; es decir, un sanguinario, un sepulturero que disfruta de la muerte y el terror. Pero en medio de esa incertidumbre, recordemos que las motosierras vibran y lo que en bueno para el pavo, también debe ser buena para la pava, y esa misma motosierra pudiera ser utilizada para cortar de raíz la maleza de la extrema derecha que pretende germinar en los suelos argentinos.
Las orientaciones de los pueblos hacia las tendencias de izquierda son una amenaza para los intereses de la derecha, más todavía para la democracia liberal, porque precisamente las tendencias derechistas ven en la izquierda un freno que les va a impedir saquear al Estado y toda la riqueza de la nación. Esto apenas está comenzando, pero así como está iniciando también debe terminar y ojalá sea más temprano y no tenga que esperar el pueblo de Argentina el ciclo del temperamento mental del sujeto. Quizás también sea esto parte de un proceso que deba vivir Argentina para luego encontrar el camino de la revolución auténtica, donde el pueblo sea el verdadero protagonista de la construcción de su futuro y su destino.
En Venezuela también andan los espantos con ganas de prender la motosierra para empezar a picar todo cuanto encuentren el camino, pero Venezuela no es Argentina y aquí no es quien quiera, sino quien pueda y primero tiene que pasar por encima de un pueblo que anda desplegado en conciencia y acción revolucionaria y no va a permitir que ninguna sayona, ni ninguna fuerza del mal venida de los imperios gobierne este país. Esta patria es de fuego sagrado y la gobiernan los seguidores de la verdadera independencia y no los vende patria de la extrema derecha.
Politólogo, MSc. en Ciencias Políticas./ Investigador RISDI-Táchira/
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