“Cada día debemos ser civiles y militares, más revolucionarios. Hay que revolucionarse por dentro; en los valores espirituales y morales. Un verdadero revolucionario, por ejemplo, no anda un buscando beneficio económico alguno, ¡no!; un verdadero revolucionario está pendiente del buen vivir del colectivo”.
Hugo Rafael Chávez Frías (Valencia, 21 de marzo de 2006)
Ahora cuando el Gobierno Revolucionario del presidente Maduro, en línea con el Plan de la Patria del Comandante Chávez, se ha propuesto generar una independencia económica del petróleo y crear una economía productiva autónoma y soberana, el acoso de los enemigos externos, liderados por el imperialismo norteamericano y los cipayos criollos, se ha acentuado y busca por todas las vías ahogar a nuestro país a través de una guerra económica, la cual ya hace estragos.
Si bien los escollos políticos han sido superados con éxito a través de las últimas elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente y de los gobernadores de estado, los ataques no han cesado y los actores políticos, luego de sus fracasadas guarimbas, ahora buscan exprimir la economía para negociar a través de un codiciado diálogo, puestos y cuotas de poder, como lo hacían en la IV República, como piezas que siempre han sido del imperialismo y poder así abrir de nuevo las puertas a las trasnacionales y al capital internacional.
Los espacios conquistados por la Revolución Bolivariana son irreversibles y los márgenes de negociación que quedan son estrechos, porque sólo permiten un deshago político y ya no la participación en el “festín de Baltazar”, del cual nos habló en un pasado reciente el fallecido y recordado líder de izquierda Domingo Alberto Rangel.
Los esquemas han cambiado y la historia del pueblo venezolano se ha tornado diferente, gracias a la democracia participativa y protagónica sembrada por el Comandante Chávez y continuada en sus políticas por el Gobierno revolucionario del presidente Nicolás Maduro, quien enarbola las banderas y marca la pauta actualmente de la Revolución Bolivariana.
Si bien la situación no la tenemos fácil por el cerco económico del imperio comandado por Donald Trump, la torpeza de la derecha ha contribuido a que nos fortalezcamos en la crisis y asumamos nuevas respuestas y conductas ante la guerra económica que nos acosa.
Se espera que en las municipales el Gobierno recobre todas las alcaldías del país y controle el territorio, después del diálogo anunciado para los primeros días de diciembre en República Dominicana, con lo que queda de las cenizas de la MUD a quien, como cosa rara, el mismo Gobierno de Maduro se encarga en resucitar.
Por su parte, mientras los reiterados aumentos que nos ha dado el Gobierno del Presidente Maduro, se los traga la guerra económica y el dólar today sigue haciendo de las suyas con el dólar paralelo desde Cúcuta; por la colina de La Campiña, la joya de la corona , la PDVSA roja rojita es rodeada por las aves de rapiña.
Sólo faltaría una vueltica del propio Fiscal General de la República, Tarek William Saab para que verifique porque “algo huele mal en Dinamarca” y compruebe con sus propios ojos, como la chatarra que dejaron las empresas de maletín en los estados Anzoátegui, Monagas y Bolívar en la Faja Petrolifera del Orinoco “Hugo Chávez Frías” es todo un desastre, como las casas muertas de Miguel Otero Silva.
Al Norte bajo la sombra de la ONU se han marchado en un solo avión, en un madrugonazo (nadie vio nada en la seguridad del Estado), todo el entorno familiar del virrey, quien ocupó altos cargos en la PDVSA roja rojita junto a sus familiares y quienes se fueron con visa y todo, sin pasar por la aduana o extranjería y gozan de extraña inmunidad.
En la industria petrolera y petroquímica quedaron más de 30 mil jubilados mirando para el cielo y esperando que se haga justicia, con el dinero que nos quitaron al cambiar los estatutos (art. 33) del Fondo de Pensiones del colectivo de jubilados petroleros y petroquímicos, haberes y bienhechurías en divisas.
Habría que revisar si con ese Fondo en dólares (caso Illaramendi) se sigue buscando el financiamiento para una posible campa electoral, en compañía a los millones y millones de dólares de los presupuestos provenientes del contrabando de la gasolina, el cual todavía sigue siendo monitoreado desde la ONU, así como los jugosos presupuestos de la Fundación La Estancia, los cuales superan los recursos de cualquier país centroamericano.
En realidad el valiente fiscal Tarek William Saab no le ha entrado a fondo al Fondo sin Fondo de PDVSA. Se llevará muchas sorpresas, al igual si se atreve a investigar, porque la mafia de la gasolina sigue vivita y coleando en la frontera, con saludo y luz verde militar.
Las ganancias del contrabando de diesel y gasolina –supuestamente- van a parar a los bolsillos de quienes hicieron de PDVSA un paraíso fiscal. Hoy, lamentablemente, es el plato fuerte y apetecible para las aves de rapiña que merodean por La Campiña.
¡Amanecerá y veremos! (Marco Tulio Arellano)