Opinión

Con las sanciones “se les fue el tiro por la culata”

12 de noviembre de 2023

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Con el bloqueo y las sanciones económicas el panorama mundial es un auténtico “Backfire” (Demarais, 2022) o simplemente “se les fue el tiro por la culata”, al negarse a medir o considerar responsablemente las implicaciones no solo en el orden material sino también en la dimensión espiritual del ser humano en toda su integridad, producto de un «coctel» de medidas unilaterales (país sancionador) y de mala gobernanza (país sancionado).

En este texto expositivo y en el programa televisivo “Salve María Auxiliadora, economía de la salvación y de la felicidad verdadera” del venidero domingo 12-11-2023 (transmitido por el Canal 21, Estado Táchira, en el horario de 9:00 a. m., 3:00 p. m. y 8:00 p. m. y a través de https://www.youtube.com/playlist?list=PLFBq7gAltSL2NBo5fJ5xaZgqMD9pPNtnl) será tratado el tema de las consecuencias reales de las sanciones, tanto en lo material como espiritual, así como también la forma de hacerle frente por intermedio de “educar” la inteligencia espiritual.

Para comprender la problemática generada por las sanciones inconsultas, es importante analizar el contexto en el que se aplican. En el libro «Backfire» se explora las formas sorprendentes en que las sanciones afectan a las empresas multinacionales, los gobiernos y, en última instancia, a millones de personas en todo el mundo. Según Demarais, las sanciones no solo tienen efectos directos en los países sancionados, sino que también tienen consecuencias globales que repercuten en las relaciones entre países y en la economía internacional, toda vez que solo el 13% de las sanciones impuestas por Estados Unidos han tenido éxito en lograr los cambios deseados en los países sancionados. Además, estas medidas restrictivas no solo no logran los cambios esperados, sino que a menudo causan daños económicos a los mismos Estados Unidos.

Una de las principales problemáticas generadas por las sanciones inconsultas es la creación de un entorno propicio para la evasión de las mismas. Los estados y las empresas buscan activamente formas de eludir las sanciones impuestas por Estados Unidos, lo que lleva a un aumento en la proliferación de estrategias para evadir las penalizaciones. Esto crea un juego de gato y ratón entre los sancionadores y los sancionados, lo que a su vez socava la efectividad de las sanciones como herramienta diplomática.

Además, las sanciones inconsultas también tienen un impacto en las relaciones entre países. En lugar de lograr el aislamiento de los países sancionados, las sanciones a menudo tienen el efecto contrario, acercando a los gobiernos que están en desacuerdo con Estados Unidos entre sí o, cada vez más, hacia Rusia y China. Esto significa que las sanciones no solo están cambiando la dinámica entre los países directamente involucrados, sino que también están remodelando el equilibrio de poder global.

Otra problemática que surge de las sanciones inconsultas es el impacto en la economía global. Las sanciones pueden afectar negativamente a las empresas multinacionales que tienen operaciones en los países sancionados, lo que a su vez puede tener un efecto dominó en la economía global. Además, las sanciones pueden alterar los flujos comerciales y las alianzas económicas, lo que puede tener repercusiones en los mercados internacionales y en la estabilidad financiera.

Asimismo las sanciones tienen un impacto directo en las personas al limitar su acceso a bienes y servicios, incluyendo alimentos, medicinas y otros productos básicos. También afectan el empleo y los ingresos de las personas, lo que llevan a la pobreza, a la inestabilidad económica dentro de un escenario enteramente hostil.

Bajo estas circunstancias que caracterizan el contexto actual, donde las sanciones económicas y financieras se utilizan como una forma de presión política, es importante reflexionar sobre los efectos de estas medidas en el plano espiritual y la necesidad de educar la inteligencia espiritual como una manera de neutralizar sus efectos negativos.

Efectivamente las sanciones inconsultas, impuestas por potencias mundiales como Estados Unidos, en la mayoría de los casos tienen consecuencias devastadoras en la vida cotidiana de las personas que residen en los países afectados, en el sentido que estas medidas restrictivas conllevan a un deterioro de la calidad de vida y un aumento en el sufrimiento de la población, dentro un padecimiento humanitario complejo o mejor definido como sindemia.

Sin embargo, más allá de los efectos materiales de las sanciones, es importante reconocer que también tienen un impacto en el plano espiritual. La espiritualidad se refiere a la búsqueda de un significado trascendental en la vida y a la conexión con algo más grande que nosotros mismos. Los valores espirituales, como la compasión, la solidaridad, la empatía y la búsqueda de la paz interior, son fundamentales para el bienestar emocional y psicológico de las personas.

Ante esta situación, es fundamental educar la inteligencia espiritual como una manera de contrarrestar los efectos negativos de las sanciones en el plano espiritual. La inteligencia espiritual se refiere a la capacidad de reflexionar sobre el significado de la vida, de conectarse con uno mismo y con los demás, y de cultivar valores espirituales en nuestras acciones diarias. La educación de la inteligencia espiritual implica promover la introspección, la reflexión y la práctica de valores espirituales en todos los ámbitos de la vida. Esto puede incluir actividades como la oración, meditación, el ayuno, la práctica de la gratitud, el cultivo de la compasión y la solidaridad, y el desarrollo de la empatía hacia los demás.

La educación de la inteligencia espiritual también implica desarrollar habilidades de resiliencia y adaptación frente a las dificultades y desafíos que pueden surgir como resultado de las sanciones. Esto implica fortalecer la capacidad de encontrar significado y propósito en situaciones difíciles, cultivar la paciencia y la perseverancia, y buscar formas creativas de superar las adversidades.

En resumen, la decadencia de los valores espirituales debido a las sanciones inconsultas es un problema que requiere una respuesta educativa. La educación de la inteligencia espiritual es una forma de contrarrestar los efectos negativos de estas medidas restrictivas en el plano espiritual, promoviendo valores éticos y morales sólidos, fomentando la comprensión mutua y la paz interior, y cultivando la resiliencia y la adaptación frente a las dificultades. Al educar la inteligencia espiritual, podemos construir una sociedad más justa, compasiva y pacífica, incluso en tiempos de adversidad.

No obstante, educar la inteligencia espiritual que equivale a la satisfacción de las necesidades espirituales, puede ser en la práctica un verídico desafío para muchas personas, ya que implica encontrar un sentido de conexión y plenitud en el ámbito espiritual. Sin embargo, a través del Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María (derivado directo e inmediato de las Sagradas Escrituras), la Teoría del Aprendizaje de Piaget, la Teoría Transpersonal de Carl Jung y la Teoría del Pensamiento y la Realidad de Joe Dispenza, es posible lograr un proceso de cambio favorable hacia lo espiritual.

El Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María, escrito por San Luis María Grignion de Montfort, ofrece una perspectiva espiritual que enfatiza la importancia de la devoción mariana como un medio para acercarse a Dios. A través de esta devoción, se busca establecer una relación más profunda con lo divino y encontrar satisfacción en las necesidades espirituales.

La Teoría del Aprendizaje de Piaget, por su parte, nos proporciona una comprensión del desarrollo cognitivo y cómo los individuos construyen su conocimiento a través de la interacción con el entorno. En el contexto de las necesidades espirituales, esta teoría puede ayudarnos a comprender cómo las personas adquieren y desarrollan su comprensión y experiencia espiritual a medida que crecen y se desarrollan.

La Teoría Transpersonal de Carl Jung agrega una dimensión espiritual al abordar la importancia de la conexión con lo trascendental y la individuación. A través de la exploración del inconsciente colectivo, los arquetipos y la búsqueda de un sentido trascendental, esta teoría nos invita a explorar y satisfacer nuestras necesidades espirituales.

La Teoría del Pensamiento y la Realidad de Joe Dispenza se centra en la relación entre el pensamiento y la transformación de la realidad. Según esta teoría, al cambiar nuestros patrones de pensamiento y emociones, podemos transformar nuestra percepción de la realidad y manifestar una nueva realidad. En el contexto de las necesidades espirituales, esto implica que al cultivar pensamientos y emociones positivas en relación a lo espiritual, podemos atraer experiencias y oportunidades que satisfagan esas necesidades.

En conjunto, estas teorías ofrecen perspectivas y herramientas que pueden contribuir a un proceso de cambio favorable hacia lo espiritual. Al explorar la devoción mariana, comprender el desarrollo cognitivo, abordar la dimensión espiritual y trabajar en la transformación de nuestros pensamientos y emociones, podemos encontrar satisfacción en nuestras necesidades espirituales, educar nuestra inteligencia espiritual y experimentar un mayor sentido de conexión y plenitud en el ámbito espiritual.

Por último como complemento de lo antes expresado, se sugiere revisar el cuadro anexo donde se divisa la influencia del Espíritu Santo (con sus dones al enriquecer los valores espirituales) en la labor científica. Porque siendo reiterativo:

“¡Al final el Inmaculado Corazón de la Virgen María triunfará!”

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 a 2023. Pedro Morales. Postulante a Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) [email protected] @tipsaldia. WhatsApp: +584168735028