La cultura rosa
25 de abril de 2024
Alguien tiene que decirlo. Expresarlo a viva voz. Al menos por escrito. Que la gente y el mundo lo sepan. La mentira del régimen es manifiesta, pero en mayúscula. Eso de la “misión Venezuela bella” es puro cuento chino. Voy a expresar mi indignación por la ciudad de Rubio, municipio Junín, estado Táchira, Venezuela. Solo me voy a referir a la desgracia eléctrica que vivimos los ciudadanos que habitamos esta ciudad andina. Otrora cafetalera. No voy a escribir sobre el desastre vial, ni de las penurias para surtir gasolina. Mucho menos de la economía rubiense, que hoy se ha vuelto una segunda Parada cucuteña. Y no es por la cantidad de gente que a aquel lugar llega de todas partes de Venezuela para comprar productos que en nuestro país no hay, sino del cobro que hacen en pesos colombiano la gran mayoría de los comerciantes dedicados a todas las actividades comerciales. Muchos no aceptan nuestra moneda. El valor del bolívar da pena ajena.
En fin, no voy a abordar esas desdichas que nos acosan y nos llevan a ser uno de los países más pobres del continente americano…y cuidado, si no del mundo globalizado. Tampoco me voy a referir a los abuelitos que deben “calarse” horas en una taquilla bancaria para que les den una “migaja” de su pensión que por ley les corresponde. La gran pregunta que se hace el venezolano y la gente que ha visitado nuestra amada nación: ¿cómo es esa vaina de que las expresiones del régimen “Venezuela bella” y “Venezuela productiva”, sean utilizadas como grito de guerra para engañar al pueblo? Claro, ahora no “patean” las calles. Pero, ¿acaso no ven, por ejemplo, el canal de televisión “Televen”, el cual transmite en sus respectivos noticiarios, las decenas de calamidades y testimonios de la miseria en que nos han convertido? Disculpen mis estimados lectores que me haya salido del tema que ocupa el título de este artículo de opinión. Volviendo a lo que corresponde. ¿Cómo se explica que en plena fecha navideña (no fiesta), hayan “quitado la luz” por unas 3 horas, el 25 unas 6 horas, el 26 más de 9 horas? ¿Esa es la “Venezuela bella”? Lo más cumbre del asunto es que el mismísimo 24 (en plena cena), una vez que retorna la iluminación, la gente aplaude ese “regreso”. Es decir, aplaudimos el desastre. Aplaudimos la “gerencia” de los responsables del desastre.
En estas noches hubo un sismo en Colombia. ¿Se imaginan que ese fenómeno natural se hubiese producido en esta Venezuela “bella”? Por favor, que Dios no lo permita. Porque de ocurrir con la oscurana diaria que vivimos en Rubio y otras ciudades, pues la catástrofe se quintuplicaría. Pero para los “gerentes” responsables del suministro del fluido eléctrico (como ellos se jactan de llamarlos), no dicen nada. No dan su parte. No manifiestan la magnitud del problema. Solo, un tanto incoherentes, señalan que “estamos abocados a solventar la problemática, producto del saboteo eléctrico, debido al fenómeno El Niño, o una higuana arremetió contra el cableado…” En cortas y precisas palabras: pura paja. Puro gamelote. Pareciera que no les interesa un comino si a las amas de casa en Venezuela se les dañan las pocas hallacas que hicieron. O no les importa un bledo si los niños cuando van a sus escuelas han desayunado o llevan la ropita planchada. Porque esa es otra, el “corte de luz” es a cualquier hora. Sin aviso y sin protesto. (Al menos en la ciudad de Rubio es el pan de cada día). Una señora se lamentaba: “qué carajo le habremos hechos al Gobierno para que nos quiten la luz todos los días y hasta tres y cuatro veces diarias”. ¿Cómo viven las familias es ese estado de ansiedad? Se me ocurre tomar el Art 82 de la CRBV: “Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, segura, cómoda, higiénica, con servicios básicos esenciales …”. Por Dios, señores de Corpoelec (responsables de las oscuranas), de una vez por siempre, ya basta. Que las familias paren de sufrir. Que el 2020 no sea igual al que acaba de fenecer. Punto. (Alfredo Monsalve López)
@monsalvel
Día Mundial del Paludismose conmemora este 25 de abril
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