Oscar Roviro Villamizar
La presencia del presidente Donald Trump en Europa y sus ejecutorias en política internacional, han convulsionado el orden del poder mundial establecido después de la Segunda Guarra Mundial y está provocando una guerra de aranceles con China por la desventaja de la balanza comercial entre las dos naciones. Confundiendo a los organismos multinacionales responsables de mantener el equilibrio estratégico universal de la funcionalidad política, económica, la seguridad, defensa y la paz universal. Queda en evidencia la debilidad institucional, el deterioro estructural y funcional de todos los mecanismos establecidos a nivel mundial para el cumplimiento de los acuerdos en materia económica, ambiental y proliferación de armas nucleares, causantes de la inseguridad y de las relaciones entre naciones. El retiro unilateral de Estados Unidos del tratado nuclear con Irán sobre la amenaza nuclear del Oriente Medio, coloca el mundo en riesgo y se critica la tímida reacción de la Unión Europea y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El tratado de no proliferación de armas de destrucción masiva concretado con Irán, está en veremos en el cumplimiento de las normas y directrices del uso y desarrollo de los medios de la guerra atómica en un mundo global interdependiente en todos los rincones del universo. Se agrega que la Unión Europea esta asediada por el crecimiento de los nacionalismos y movimientos xenófobos en buena parte de las naciones que la integran y con la separación de Inglaterra, nación desarrollada es factor indispensable de la unión continental. La crisis financiera mundial que estallo hace una década, ha tenido sus secuelas en el empobrecimiento de las clases medias con el consiguiente aumento de las desigualdades y el rompimiento del tradicional modelo de la sociedad del bienestar. Los partidos políticos tradicionales desaparecieron al perder su influencia social de los fundamentos de sus génesis, arrastrados por el desprestigio de las filosofías políticas, las desviaciones en ejercicio del poder político y las demandas de acciones políticas eficaces.
La Casa Blanca es contraria a la política de la unión del Atlántico Norte, proyecto de integración económica adelantado durante el gobierno de Obama para contrarrestar con el acuerdo de los países del Pacifico que representa el 56% del comercio mundial. Ante esta realidad, la opinión de los líderes europeos como Angela Merkel, indicaba que ya Europa no puede confiar en los Estados Unidos y piensa que existe una quiebra del orden mundial establecido después de la victoria aliada y del ejército ruso sobre el terror nazi. Se requiere que Europa debe confiar en sí misma y capaz de emprender las reformas imprescindibles que garanticen la supervivencia de la unión. Según el presidente francés, para lograr esa hoja de ruta se requiere dejar a un lado los egoísmos nacionales y la mediocridad de los líderes políticos de Estados Unidos y Rusia con sus coqueteos electorales. Circunstancia que pone en juego el futuro de la democracia representativa y de los derechos humanos.
Las sociedades europeas, están empezando a reclamar mejores decisiones políticas para su bienestar, indicando frustración ante sus expectativas sociales, el aparente éxito del capitalismo no democrático en China y los países del entorno. En el escenario de la antigua Unión Soviética la ausencia de tradiciones democráticas, la corrupción y el fanatismo ideológico, están llevando a naciones como Hungría y Polonia a situaciones de un prefascismo y autoritarismo. Es evidente que Donald Trump, realizo una jugada maestra al cuestionar el tratado nuclear con Irán país proveedor de armas de Corea del Norte y obligar al dictador norcoreano a deponer sus intensiones del empleo nuclear. Se está iniciando una guerra comercial entre Estados Unidos y la potencia emergente de la China comunista por la diferencia de aranceles y la gran disparidad de las balanzas comerciales, esta confrontación de poder los más perjudicados serán los pueblos consumidores globales.
(Oscar Roviro Villamizar) /*