La cultura rosa (II): La viralización de los contenidos de la prensa rosa
2 de mayo de 2024
Eduardo Marapacuto
Si hay algo que no ha podido ni podrá la llamada infocracia es borrar las huellas profundas de la historia y la valentía del pueblo venezolano, quien no ha detenido su marcha para seguir enarbolando la antorcha de la libertad, reafirmándose tras cada evento, tras cada episodio que van curtiendo el carácter revolucionario con el cual nació esta Patria; porque nuestros primeros gritos no fueron de sumisión, ni de angustias ni arrepentimientos, sino de rebeldía, de valentía, de patriotismo, de libertad y de victoria.
Nacimos en medio de las tempestades que sacudían al imperio español y aprovechando los vientos de la claridad meridiana que soplaban por estos lados, los venezolanos y futuros líderes y libertadores de la Patria lanzaron el grito de libertad, cuyos primeros ecos se escucharon en toda la América, incluso más allá del continente. Por eso el título de hoy, porque el 19 de abril es un día que tiene sus latidos, cuyas horas y segundos no caen en las trampas de los algoritmos, sino que siguen marcando la ruta de los sueños de Bolívar, de Chavéz y de los millones de hombres y mujeres que andan desplegados para proteger los legados heredados y sobre sus letras y estrategias establecidas, reafirmar la independencia en cada fecha y todas las veces cuando sea necesario.
Sin duda alguna, la historia es el mejor referente para tomar decisiones. Primero es la fuente cristalina de las ideas, de las estrategias, de la planificación y ver claramente las correcciones que hay que aplicar sobre el terreno. En eso el pueblo venezolano ha estado bien claro desde aquella voz del 4 de febrero de 1992, que le habló de un “por ahora”, que despertó de su letargo la conciencia que parecía atrapada en los cuartos oscuros del puntofijismo. Recordamos a Bolívar que no se rindió ni hundió en las derrotas de la Primera ni la Segunda República, sino que siguió planificando las batallas, las victorias del futuro; no sólo para liberar a su Patria, sino para liberar otras naciones del yugo colonial y construir la Gran Colombia; pero el fuego cruzado de sus enemigos la destruyó.
Recordamos esos veinte años de revolución que duró la gesta de independencia en estas tierras, hasta la partida física de Bolívar. A partir de allí vinieron las traiciones, las celadas y felonías. Desde entonces, tuvieron que pasar 169 hasta que llegó la brisa fresca de aquel 19 de abril, para recordarnos que seguía presente en los latidos de la historia. Sí, aquel 2 de febrero de 1999, de la mano del pueblo, llegaba al poder la Revolución Bolivariana, para reasumir el camino trazado, que no es otro que abrirnos paso hacia los tiempos de la independencia perpetua. No queremos una patria boba, insulsa, sino una Patria que lucha y defiende su soberanía y su dignidad.
En este 19 de abril de 2024, debemos recordar que ya han pasado 214 años, pero que la lucha sigue y que enfrentamos grandes retos y desafíos, porque nacieron otros imperios desafiantes y peligrosos, que representan una amenaza para la seguridad de nuestra nación. De allí que hoy más que nunca mantengamos vivo el espíritu del 19 de abril y juntos, en la unidad perfecta, sigamos protegiendo a nuestra Patria y a nuestro pueblo. ¡Qué así sea!.
*Politólogo, MSc. en Ciencias Políticas.
Investigador RISDI-Táchira
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